El momento que las voces habían estado esperando
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Museo comunitario como diálogo educativo y cultural

LAS SIGUIENTES LÍNEAS BUSCAN A INVITAR A DESCUBRIR AQUELLOS ESPACIOS DE LA VIDA COLECTIVA, DE LOS PUEBLOS, DE ESPACIOS RICOS EN DIVERSIDAD CULTURAL, CON ALTO POTENCIAL DIALÓGICO Y EDUCATIVO ENTRE SUS AGENTES, SE TRATA DE LOS MUSEOS COMUNITARIOS EN MÉXICO.

El desarrollo comunitario es también una acción educativa propia de la pedagogía, “puesto que busca  modificar actitudes y prácticas que se resisten al mejoramiento social y económico”. La relación con  el concepto de museo es que éste es en sí mismo un espacio social y no un centro de extensión de la  escuela. 

De acuerdo con el Consejo Internacional de Museos, de la Organización de las Naciones Unidas para  la Educación, la Ciencia y la Cultura (ICOM-UNESCO), el museo es “una institución permanente, sin  fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que realiza investigaciones  concernientes a los testimonios materiales del hombre y su entorno, los adquiere, los conserva, los  comunica y principalmente los exhibe con fines de estudio, educación y deleite”. 

Existe diversidad de literatura que plantea la experiencia museística como un proceso de aprendizaje significativo. El potencial educativo que brindan los museos puede maximizarse si se utilizan más elementos posibles: inteligencias, aprendizajes, niveles cognitivos, sentimientos, aspectos sociales; la apuesta es que los visitantes de museos realicen conexiones únicas en los mismos.

El concepto de museo ha cambiado conforme la historia de la humanidad (Ver Diagrama 1). A principios del siglo XX la creación de museos sobre temáticas específicas empezó a proliferar, y con ello su tipología se amplió. De acuerdo con su especificidad existen propuestas en arqueología, numismática, conmemorativos, tecnológicos, biográficos, de un monumento, del ejército, históricos, de arte, científicos, entre otros.

Clasificación de museos de acuerdo con su generación

De acuerdo con el Programa Nacional de Museos Comunitarios (PNMC), impulsado por la Unidad  de Desarrollo Social, Educación y Cultura de la Organización de los Estados Americanos (UDSEC OEA), el museo comunitario además de ser recinto que alberga objetos del pasado, representa la  posibilidad para las personas integrantes de la comunidad de:

  • Aparecer ante los otros como sujetos con historia,
  • Ser generadores y portadores de cultura,
  • Concebirse como sujetos que han participado en el curso de los acontecimientos locales o regionales.

El proceso de creación del museo es también un proceso colectivo de reflexión, de  adquisición de una idea de continuidad y transformación. Se trata de proyectos sociales,  promovidos, creados y dirigidos por la comunidad organizada, de ahí que ninguna institución  o entidad externa a las comunidades es la que crea estos museos.

“El museo comunitario es la vida de un pueblo donde dejamos plasmado nuestro pasado y  así; dejar huella a las futuras generaciones […] es un espacio donde la comunidad realiza  acciones de adquisición, resguardo, investigación, conservación, catalogación, exhibición y  divulgación de su patrimonio cultural y natural, para rescatar y proyectar nuestra identidad  fortaleciendo el conocimiento de su proceso histórico a través del tiempo y del espacio.”

En 2011 el Sistema de Información Cultural (SIC)4 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), señaló que, de 1400 museos en México, el 50% son comunitarios. En el “Manual para la creación y desarrollo de Museos Comunitarios”, se proponen cuatro objetivos del museo comunitario:

“Los museos comunitarios han fundado un modelo de incorporación activa de las comunidades en las tareas de investigación, conservación y difusión de su propio patrimonio cultural […] la inauguración de un recinto cultural de este tipo constituye la cristalización de un proceso paulatino de relación de la colectividad con el conocimiento y el manejo de su patrimonio, que resulta de una extraordinaria riqueza tanto organizativa como educativa […] el acento está puesto en la capacidad de responder a las necesidades de conocimiento colectivas.”

PARA FINALIZAR 

Un museo vivo está íntimamente relacionado con su  comunidad. Ana Gabriela Bedolla nos señala que  “requerimos del establecimiento de espacios para un  diálogo respetuoso entre dos maneras de concebir la tarea  educativo-cultural […] el museo comunitario puede ser  el escenario adecuado para iniciar ese diálogo capaz de  contribuir al enriquecimiento mutuo de las preguntas y los  saberes que se consideran dignos de ser conservados y,  consecuentemente, transmitidos”.  

Es necesario pensar en espacios vitales y útiles alternos a lo  escolarizado o a nuestra idea de escuela, así como reconocer  que los museos comunitarios son también medios de acción  pedagógica, que merecen ser investigados en conjunto con  las aportaciones que todo museo brinda a la sociedad, ya  que son lugares abiertos a diversidad de poblaciones.

  • ALDEROQUI, Silvia. Museos y escuelas: socios para educar. Argentina: Paidós, 2006, 352 p.  
  •  La educación en los museos: de los objetos a los visitantes. Argentina: Paidós, 2011, 272 p.  
  • ANDER-EGG, Ezequiel. Metodología y práctica de la animación sociocultural. Madrid: CCS, 2000, 431 p.  
  • BELLIDO Gant, Ma. Luisa. Arte, Museos y nuevas tecnologías. España, Trea, 2001, 342 pp.  
  • CASTILLO, Americo. El Museo en escena: política y cultura en América Latina. Argentina: Paidós, 2010, 264 p.  HOOPER-GREENHILL, Elian. The Educational Role of de Museum. London, Routledge, 1996, 340 pp.  
  • KOTLER, Neil y Philip Kotler. Estrategias y Marketing de Museos, Barcelona, Ariel, 2001, 448 pp.  
  • LEON, Aurora. El Museo. Teoría, praxis y utopía. 5ª ed., Madrid, Cuadernos Arte Cátedra, 1990, 378 pp.  
  • LÓPEZ Ruiz, Francisco. (ed.) Museos y educación. México: Universidad Iberoamericana A. C. 2012, 198 p.  LORD, Barry. Manual de Gestión de Museos. España: Ariel, 2010, 256 p.  
  • MARÍN Ibañez, Ricardo y Ma. Gloria Pérez Serrano (Eds.) Investigación en animación sociocultural. Madrid: UNED, 1990, 497 p.  MORALES Lersch, Teresa. Pasos para crear un museo comunitario. México: CONACULTA, DGCP; INAH, 1994, 129 p.  RICO Mansard, Luisa Fernanda (Coord.) Aportaciones a la museología mexicana. México: DGDC-UNAM, 2011, 227 p.  ROUSTAN Goldstein, Eidelman. El Museo y sus públicos: el visitante tiene la palabra. Argentina: Ariel, 2014, 352 p.  SARRATE Capdevila Ma. Luisa y Ma. Ángeles Hernado Sanz (Coords.) Intervención en pedagogía social. Espacios y metodologías. España:  Narcea-UNED, 2009, 172 p. 
  • REFERENCIAS ELECTRÓNICAS 
  • CONACULTA. Encuesta Nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales. 2010. En línea: http://www.conaculta.gob.mx/encuesta_nacional/ (Consulta: marzo 2023)  
  • BEDOLLA Giles, Ana Graciela. “El museo comunitario en México”. En línea http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-museo-comunita rio-en-mexico.html (Consulta: marzo 2023)  
  • LEÓN Alanís, Ricardo. “Vasco de Quiroga y la utopía de Tomás Moro”. Instituto de Investigaciones Históricas. Universidad Michoacana. En  línea: http://dieumsnh.qfb.umich.mx/vasco_de_quiroga_y_la_utopia_de_tomas_moro.htm (Consulta: marzo 2023)  MORALES Teresa, Cuauhtémoc Camarena, et al. Manual para la creación y desarrollo de Museos Comunitarios. MuseosComunitarios.org.  En línea: http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2014/02/manual-para-la-creacion-y-desarrollo-de-museos-comunitarios.pdf  (Consulta: marzo 2023)  
  • MELVILLE, Georgia. Museografía con una comunidad transnacional. Alteridadesvol.19no.37 Méxicoene./jun.2009. En línea: http://www. scielo.org.mx/pdf/alte/v19n37/v19n37a5.pdf (Consulta: marzo 2023)  
  • Museo Regional Comunitario Cuitlahuac. 2002. En línea: http://www.cuitlahuac.org/c/sec_2.htm (Consulta: marzo 2023)  RODRÍGUEZ Sedano Alfredo y María Ángeles Sotés Elizalde. “integración, familia y solidaridad: vías de intervención en pedagogía social”,  2008, En línea: http://www.redalyc.org/pdf/834/83411209.pdf (Consulta: marzo 2023)  
  • SIC-CONACULTA. En línea: http://sic.conaculta.gob.mx/ (Consulta: marzo 2023)

Diez ideas para cambiar la escuela

Aquellas personas que decidimos dedicarnos a la educación tenemos la convicción de que ésta no solo es esencial para el desarrollo humano, sino también es un poderoso motor de cambio. El doctor Juan Carlos Yáñez no parece ser la excepción de esto, y a partir de su inconformidad con la escuela propone 10 ideas para cambiarla; cambiar entendido como “el proceso que emerge del interior de los centros escolares, a partir del trabajo colectivo, para modificar el estado de cosas, corregir defectos y problemas o transitar a un estado superior de performance.” El libro 10 ideas para cambiar la escuela pretende hablarle a profesorxs y autoridades escolares que se asumen como actores de cambio, para producir una mejora de la experiencia educativa. Si bien el libro fue escrito en un marco postpandemia, las propuestas del autor son aplicables en cualquier contexto.

  1. La primera idea es más escuela, menos aula. El aula entendida como cuatro paredes, rígidas y estrictas, en las cuales se fragmentan los aprendizajes (hay un aula de español, una de historia y otra de geografía) y donde se lleva a cabo una instrucción vertical (lx docente es más que lx alumnx) y antipática. A esa situación, la propuesta es ampliar la práctica pedagógica a todos sus espacios y actores. Yáñez, a su vez, menciona que los centros escolares deberían de ser colectivos organizados, pequeñas repúblicas, donde se ejerza la ciudadanía responsablemente y vele por el bien común. Para esto, lxs docentes deben ser personas tolerantes, respetuosas, democráticas y abiertas, pues ellxs modelan el ejemplo.
  2. La segunda idea que nos plantea el profesor Juan Carlos es la de más estudiante, menos alumno. Para entender a qué se refiere habrá que definir qué implica ser alumnx y ser estudiante. Se es alumnx cuando te inscribes a una escuela, lo cual es una condición puramente administrativa donde el actuar es pasivo e inercial. Mientras que ser estudiante implica un compromiso interno, una posición pedagógica existencial, donde eres activo en tu aprendizaje. En un salón de clases puede haber tanto alumnxs como estudiantes y una manera que propone el autor para lidiar con esto es, desde un punto de comprensión y apertura (sin prejuicios) entender cuáles son los intereses de los estudiantes y buscar cómo hacerlos coincidir con los intereses del currículum, para así llevarles al punto de arranque deseable. A esto se le llama tarea pedagógica asertiva. La tarea de las personas que están frente a un salón de clases es potenciar a los alumnxs y conocer a los estudiantes para orientarles a ambos.
  3. La siguiente propuesta es más actividad relevante, menos instrucción. Yáñez explica que la institución educativa debe dejar de lado el hacer por hacer, la bulimia de tareas, donde hay un atracón de información durante el estudio para después vomitar todo el conocimiento en el examen, sin hacer una propia digestión y absorción de recursos. Y en su lugar, procurar únicamente las actividades con sentido, promover la interrogación para lograr que lxs estudiantes reflexionen, dialoguen y por ende, aprendan.
  4. Adicionalmente, Juan Carlos afirma que el proceso de enseñanza aprendizaje no está entrelazado en automático, más bien son dos procesos que no necesariamente se proceden. Por esto, en cuarto lugar, propone más aprendizaje, menos enseñanza. Esto no quiere decir que el ejercicio docente se deba anular, sino más bien “aceptar que los docentes explicamos lo que sabemos y enseñamos lo que somos. En consecuencia, debemos explicar menos, enseñar más.” Partiendo de la idea de que la educación tiene un papel crítico en formar al desarrollo intelectual, personal y profesional de los individuos, tiene mucho sentido pensar que lxs mejores docentes logran “influir en las formas pensar, sentir y actuar de los estudiantes”.
  5. La quinta idea para cambiar la escuela se refiera a ser más profesor, más persona. Para desarrollar esta idea y haciendo referencia al libro Profesores: vidas nuevas, verdades antiguas. Una influencia decisiva en las vidas de los alumnos, el autor menciona dos axiomas “la calidad de las escuelas es, en gran medida, la de sus profesores” y “en todas las escuelas hay buenos docentes, pero sólo las buenas escuelas tienen la capacidad de retenerlos, estimularlos y obtener lo mejor de cada uno”. Tomando esto como referencia, se reconoce la gran importancia de reconocer que lxs docentes son personas con fortalezas y fragilidades, lo cual vuelve esencial conocer y estudiar al personal docente para comprenderles y potenciarles. Por esto, las escuelas deben ofrecer condiciones para el desarrollo de cada una de las personas que forman la plantilla docente al atender sus necesidades específicas.
  6. El siguiente planteamiento es escuchar más, hablar menos. “La educación es un proceso profundamente humano de escuchas mutuas”. De entrada, lxs profesionales de la educación debemos ser empáticos y humildes, debemos aprender a escuchar, no solo oír, también entender y sentir a lxs estudiantes. Comprender que no solo son asistentes de un espectáculo, que tienen cosas que decir. Tenemos que acordarnos que “nadie lo sabe todo y nadie lo ignora todo”, creando espacios de diálogo y discusión el aprendizaje se vuelve parte de la ecuación.
  7. Como séptima idea, Yáñez propone más comunicación. El autor menciona que la comunicación es el torrente sanguíneo de los procesos de enseñanza y aprendizaje, incluso afirma que la educación es un acto de comunicación. Por eso, necesita los atributos principales de la comunicación: claridad, concisión y precisión. Ahora, no se refiere a una comunicación de un solo sentido, sino doble, donde el emisor y el receptor cambian posiciones constantemente. La pedagogía de la pregunta de Freire ilustra esta idea muy bien, pues es dialógica y multilateral, o sea las preguntas van de docentes a estudiantes y viceversa; y a veces utiliza la mayéutica socrática. Estas características son importantes por varias razones: nos educamos en comunidad, es decir que aprendemos de los demás y para eso es indispensable la comunicación; también porque al incitar a los estudiantes a expresar sus ideas se vuelven activos en su aprendizaje y fomenta el pensamiento crítico y la creatividad; finalmente, crear espacios donde todos tengan voz es un principio democrático y forma en valores.
  8. Más y mejor pedagogía, tecnología con sentido es el título de la octava idea para cambiar la escuela. Como ya se mencionó, una de las motivaciones de este libro fueron la evidencia de problemas en la escuela durante la pandemia. Si bien el programa Aprende en casa fue una respuesta insuficiente ante las adversidades, dio cuenta de caminos y desaciertos. Juan Carlos menciona que “La tecnología siempre es un medio. Como tal, responde al fin para el cual se le utiliza. Si el fin es incierto o desacertado, no podrá alcanzarlo. Las herramientas tienen esa condición dual o multifuncional, pero no vida propia” (2022, p.38). Lo que quiere decir el autor con este punto, es que la tecnología es simplemente una herramienta, muy útil y muy dañina al mismo tiempo, y solo juega un papel secundario en el cambio profundo que se requiere para la escuela. Para utilizarla, es imperante un proyecto educativo.
  9. La novena propuesta del autor se me hace una de las más relevantes. Como estudiante de pedagogía, es común que mis amistades se acerquen a mí para quejarse sobre las prácticas de sus docentes y una de las quejas más comunes son las maneras de evaluar. Es muy común que lxs profesorxs realicen “evaluaciones” por exigencia, únicamente para poner una calificación. Realmente, se evalúa poco y mal, por lo tanto comprendemos menos y cambiamos poco. Por esto la relevancia de la más evaluación, menos examinación. La evaluación es un elemento esencial de la pedagogía, pero es un proceso de diálogo, comprensión y mejora, el puente entre la enseñanza y el aprendizaje. La evaluación debe ser formativa, no únicamente sumativa. Es decir, el error no debe ser castigado, sino comprendido, es fuente de análisis y representa una oportunidad para aprender. Aunado a esto, y una de las cosas que más rescato del capítulo es que el autor afirma que la docencia debe ser intelectualmente exigente, profundamente ética, emocionalmente apasionante y paciente.
  10. Por último, más academia, menos burocracia. En este capítulo el autor no pretende desdeñar la importancia del control y el rendimiento de cuentas, simplemente resalta que se debe imponer responsabilidad sin el autoritarismo de las oficinas centrales. Menciona que la docencia debe de ocurrir en territorios de libertad, imaginación y confianza, que el mapa no sustituya al territorio.

CONCLUSIÓN

Después de estas diez grandes lecciones, a manera de despedida y con una visión esperanzadora, Juan Carlos Yáñez nos recuerda que las escuelas no pueden enseñar si no aprenden y hace una invitación a lxs profesorx: “resistan, reinvéntense, dialoguen, aprendan juntos, trabajen juntos, procuren los cambios juntos” (2022, p.47). a nosotrxs, lxs profesionales de la educación, nos corresponde hacer los cambios necesarios en las escuelas, desde la primera fila, para que la educación cumpla con su profundo sentido.

El mar y yo

Sea alabado tu maquillaje azulado

que con sus finas capas

cubre un mundo inexplorado.

Tú, quien le rindes una oda a la Tierra,

con ese cántico de sirena

a todo el mal destierras.

De mañana tienes el Sol en tus olas;

en la tarde el fuego en tu reflejo;

y en la noche se muestran lunas

en tu bello y natural espejo.

Hoy, mi último día de verte

sigues siendo grande y fuerte,

pero te veo apagado

con el rostro marcado

que enseña tu imperfecto lado.

No azotes con fiereza la arena.

No hay de qué preocuparse.

Tu voz en una caracola me serena,

la cual atesoraré en un recuerdo.

Hacia adelante camina

a pesar de partir por diferente sendero.

Y siempre tenlo por seguro

que nuestro amor, ni la distancia

ni el sargazo lo termina.

Otras imperfecciones de Morel

A GONZALO LIZARDO

Su cuerpo era cuarzo dorado al escindir el estanque.

Brazadas.

De los fotógrafos, ocultos tras la arboleda, nadie opinó haberla imaginado más radiante que aquella tarde.

Imponía las evoluciones musculares de su deporte a la necesidad, al milagro irrepetible de captarla.

Ni un disparo.

Sujetaron al pulso lo deforme, luego el responso del agua que acunaba, sin casi chasquear, un peso ahora no remoto: sugerido.

La suma de la recompensa por hacer público su aplomo complejo, los atributos de la piel, los ojos o la lengua, nos atrajo desde innumerables confines. Juzgamos insólitas la hora, la mansión y la intemperie en las que, avisaba el anuncio, el destino si era grato nos agenciaría una primera aparición.

Escribirla con luz rebasó el propósito de sencillamente operar una máquina oscura y competir por la ganancia.

Gimió.

El surtidor, aquietado y diminuto, hizo vertical su respiro: contuvo un segundo el retorno la criatura, hacia su meta inversa, hacia la otra orilla.

¿Cuántas vueltas habría prefijado?

Cuando la contemplamos, al emerger, el espanto por la cantidad inverosímil de las plumas invirtió la sorpresa y fue también unánime la afirmación de que, a partir del instante en que dejara de nadar, o desapareciera inasible, para siempre atraída por el fondo, nuestra práctica del oficio iba a resultarnos una inconsecuente imbecilidad.

Eclipsaba de cualquier otra forma.

Tampoco nos inquietó que, progresiva o débil, volara.

(Dos: tres aleteos escurriendo hilachas de légamo crudo.)

Ni que sus cuencas ancianas acuchillaran, tenues faros, las reminiscencias del crepúsculo apartándose.

Cientos de lentes diáfanos: testificando en la semipenumbra. Ya el enfoque, ya las fluctuantes composiciones.

Y, sin embargo, ni lo monstruoso ni lo creíble, ni lo concreto en la película.

Una capa de plata mortecina cobijó con silencios el fracaso de la imagen, intacta su invisibilidad.

Imprevistos, los tijeretazos y las ventiscas de un helicóptero. Las falsas amabilidades del propietario, haciendo un altavoz, indicaron la orden de permanecer aún escondidos:

–Han de aguardar hasta que asciendan las otras. Recuerden que las asusta la ofensa del flash. Los recoge mi servidumbre a la medianoche.

Antes, luciérnagas.

Alguno tuvo un ataque de sed o de histeria, y se aproximó al estanque ahuecando las manos…

Si una puede todas podemos

La mujer representa un poco más del 50% de la población mundial, sin embargo, las mujeres tienen pocas oportunidades de tomar decisiones en el ámbito político, social, cultural y económico. Como si fuera poco no son tomadas en cuenta para resolver asuntos que están dirigidos a su bienestar, su educación y sus intereses, es por eso qué se podría decir que las mujeres solo existen como un dato estadístico.

A pesar de que la educación es un derecho básico, la mujer se encuentra en una clara desventaja en el ámbito educativo.

A continuación presentamos a dos personajes que lucharon por los derechos de las mujeres sin importarlas consecuencias y los estilos de vida. Esas dos mujeres que dieron la cara y que tuvieron que aguantar muchas injusticias, amenazas y discriminaciones son nada más y nada menos que Malala Yousafzai y Sor Juana Inés De la Cruz, dos mujeres de las cuales estamos orgullosas de presentar. 

Sor Juana Inés De La Cruz

Una niña prodigio que a su corta edad de tan solo tres añitos aprendió a leer y a escribir, con una inteligencia inigualable con el amor a la educación y a la lucha de su derecho como mujer.

A los ocho años escribió su primera obra y en 1667 entró al convento de las Carmelitas Descalzas de México y estuvo ahí 4 meses, 2 años después entró al convento de la orden de San Jerónimo.

Sor Juana eligió desafiar la situación de desigualdad. En 1690 los escritos de Sor Juana Inés fueron tachados y el obispo de la ciudad de Puebla le aconsejó que se centrara en la religión y dejara estos asuntos a los hombres. La contestación de Sor Juana fue escribir “La respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, un manifiesto que defiende el derecho de la mujer a la educación y en el que citó a un famoso poeta aragonés para reivindicar el papel femenino en el conocimiento y la educación.

“Uno puede perfectamente filosofar mientras se cocina la cena”.

Malala Yousafzai

Una mujer que tuvo que pasar por la misma batalla que Sor Juana por el derecho a la educación, una batalla en la que miles de mujeres participaron. Malala nacida en Pakistán estaba sometida al régimen talibán en el cual estaba obligada a dejar la escuela, los talibanes cerraron escuelas privadas y prohibieron la educación para las niñas en los años 2003 hasta el 2009. Esta gran defensora de los derechos humanos de la mujer, más que nada educativos, recibió varios disparos por parte del grupo talibán. Hoy es un personaje de importancia mundial porque luchó por sus derechos y los de todas las mujeres, además participo en una campaña para la liberación de mujeres secuestradas. Esta mujer que marcó un gran impacto se convirtió en la ganadora del premio Nobel con menor edad.

“La educación es un poder para las mujeres, y eso es por lo que los terroristas le tienen miedo a la educación. Ellos no quieren que una mujer se eduque porque entonces esa mujer es más poderosa”.

Edmedia. Estereotipos mexicanos

Este material fue creado y difundido con fines educativos. Dentro del mismo tenemos como propósito hablar sobre los estereotipos mexicanos, el cómo afectan nuestra vida cotidiana y la proyección mexicana ante contextos extranjeros. Además, de analizar el papel que tienen los medios para difundir dichos prejuicios. Espero sea de su agrado…

Podemos decir que, los estereotipos, además de tener un valor adaptativo y característico, tienen diversas funciones para el proceso de socialización; por un lado, facilitan un obstaculizan la identidad social. También debemos entender que la relación entre los conceptos “estereotipo”, “prejuicio” y “discriminación” es muy directa y es importante tomarlos en cuenta.

Creando perspectivas

No todas las perspectivas son malas o buscan criticar la diversidad de un país tan hermoso como nuestro México.

Los medios de comunicación nos han enseñado que es un país rico en culturas, platillos gastronómicos, flora y fauna. “México cuenta con una variada gama de sitios para todo tipo de intereses, con casi 2000 monumentos históricos, 1,321 museos, 1,976 centros culturales, 111 pueblos mágicos, 10 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, entre muchos otros atractivos lugares. En el país se encuentran 189 sitios arqueológicos en todos los estados de la República. Los más representativos son Teotihuacán, Monte Albán, Tulúm, Tajín, Palenque, Chichen Itzá, esta última considerada unas de las 7 maravillas del mundo moderno, solo por mencionar algunos”. (Gobierno de México, 2008).

Los medios también han llegado a conocer a México como un país con variedad de sitios culturales que caracterizan a los mexicanos como gente trabajadora, alegre, empática, humilde con un corazón enorme.

Este tipo de ideas, pese sean “correctas” o “incorrectas” deben verse como una limitante de socialización, los estereotipos hacen que las personas creen juicios y de esta manera ellos generen una opinión antes incluso de conocernos.

Por otra parte, los mexicanos también somos culpables de los prejuicios que se emplean externamente, pues ni nosotros mismos dejamos de etiquetarnos y discriminarnos.

Conclusión

Siempre debemos de tener presente que los estereotipos y prejuicios se ejercen en contexto mexicano, pero también para los mexicanos. Los principales responsables de la difusión de los prejuicios y estereotipos son los medios de comunicación, quienes se han encargado de generar espacios llenos de los mismos. Nos parece un gran acierto que haya información que nos quite la venda de los ojos y nos permita entender las diferentes perspectivas acerca del contexto mexicano.

La educación desde una mirada crítica

Este ensayo habla de la educación como una vía para la emancipación individual y colectiva, que abone a la construcción de un mundo más justo para todxs. Para ello retomaré algunas de las ideas de paulo freire, michael foucault y peter mclaren. En la primera parte se da respuesta a la pregunta ¿qué es la educación? Desde una visión crítica y esperanzadora. Después, se ahonda sobre la importancia del diálogo y el papel del docente y el estudiante en el proceso educativo. Finalmente, se destaca la importancia de considerar estas propuestas, pues si bien no son nuevas, pueden dar respuesta a problemáticas actuales.

¿Qué es la educación?

Freire sostiene que la educación no es un quehacer neutral, sino que siempre es un quehacer político “No hay, pues, una dimensión política de la educación, sino que ésta es un acto político en sí misma” (citado en Marin,1978). Las preguntas ¿La educación para qué, en favor de quiénes y contra qué?, son la guía para marcar la ruta de los procesos formativos hacia los que se quiere encaminar ésta y con ello lograr una transformación radical de la sociedad en favor de las clases dominadas. Se concibe a la escuela como un “espacio detonador” de procesos colectivos y emancipadores.

Es por ello que Freire hace una fuerte crítica a la “educación bancaria”, ya que el pensar al estudiante como un mero repositorio, propicia su pasividad, individualismo y obediencia, lo deshumaniza al restringir su poder de acción. Entonces, a través de la disciplina, se controla la voluntad y el pensamiento, lo que favorece la “normalización”, como diría Foucault (1998), de ciertos conocimientos, comportamientos y valores, los establecidos por la cultura dominante, con lo que se perpetúa una visión jerárquica de la realidad, la de los opresores sobre los oprimidos.

Si bien Foucault (1998) sostiene que por medio de diferentes instituciones que han sido legitimadas socialmente para mantener el orden, disciplinar y castigar -entre las que se encuentra la escuela-, introyectamos determinadas reglas e incluso vigilamos que los demás las cumplan para garantizar el funcionamiento del sistema capitalista; también afirma que donde hay poder hay resistencia, y como todos ejercemos el poder en algún momento, pues somos quienes conformamos el entramado social, tenemos más libertad de la pensamos para desafiar la normalidad y cambiar la estructura social hegemónica, ya que si todo pensamiento es construido, también puede ser destruido.

En el camino de la resistencia una tarea de gran importancia es comprender cómo funciona el sistema-poder, por eso Foucault (1998) también dice que “el saber es poder”. En correspondencia con este planteamiento, McLaren (1984) señala que es necesario hacer conciencia de las desigualdades que la escuela tradicional reproduce y naturaliza, porque sólo visibilizando y criticando estas cuestiones es como la educación cobrará sentido, cuestionar para empujar hacia el cambio.

Lo anterior se relaciona con la idea de praxis de Freire (1975), que se refiere a que no basta solamente con analizar las injusticias o problemáticas del contexto, éste es sólo el primer paso para después pasar a la acción. Entonces, una praxis auténtica implica la reflexión más la acción de los seres humanos sobre el mundo para transformarlo y mejorar las condiciones de su propia vida y la de su comunidad.

En esta tarea la escuela desempeña un rol fundamental, porque como dice Foucault, si bien ésta puede ser un espacio de adoctrinamiento, también lo es para la resistencia, o como señala McLaren (1984): un espacio de lucha en el que pueden ocurrir cambios a favor del reconocimiento y la valoración de la diversidad de saberes y prácticas culturales, sin caer en un pensamiento ingenuo de cómo funciona el mundo y tener presente que se trata de un proceso arduo que va más allá de las aulas.

El Diálogo

Freire sostiene que la educación no es un quehacer neutral, sino que siempre es un quehacer político “No hay, pues, una dimensión política de la educación, sino que ésta es un acto político en sí misma” (citado en Marin,1978). Las preguntas ¿La educación para qué, en favor de quiénes y contra qué?, son la guía para marcar la ruta de los procesos formativos hacia los que se quiere encaminar ésta y con ello lograr una transformación radical de la sociedad en favor de las clases dominadas. Se concibe a la escuela como un “espacio detonador” de procesos colectivos y emancipadores.

Por su parte, Foucault (1998) señala que es por medio del discurso, del uso que se hace del lenguaje, cómo se legitima la verdad y se controla el pensamiento y la voluntad, las palabras, cualquier cosa dicha o escrita de saber técnico y provisto de un saber específico (leyes, reglamentos, teorías), se utiliza para normalizar o excluir. Por supuesto que el primero habla desde una perspectiva en la que se busca la horizontalidad entre los participantes, mientras que el segundo lo hace desde una mirada en la que se privilegia una relación AUTORIDAD-SUMISIÓN.

En la educación liberadora las personas
buscan el bien común y establecen relaciones igualitarias.

La visión del docente y del estudiante

De acuerdo con McLaren (1984) es vital que los docentes apuesten por la formación de seres humanos pensantes y proactivos, con una conciencia política crítica que los mueva hacia la búsqueda de la equidad. Tal planteamiento coincide con las ideas de Freire respecto a que los profesores son los encargados de proponer a sus estudiantes problemas auténticos que los reten a buscar soluciones innovadoras y pertinentes, lo que además de generar empatía y compromiso social, también les da responsabilidad sobre su propio aprendizaje.

En contraste, Foucault (1998) considera que en la escuela tradicional o bancaria el maestro es un mero transmisor del conocimiento y el encargado principal de hacer que los estudiantes aprehendan determinadas normas de conducta a través de premios y castigos, es decir, un vigilante. Para llevar a cabo este control, el docente se auxilia de otros estudiantes, pero también de un instrumento de evaluación que incluso se utiliza fuera de la escuela: el examen como dispositivo de poder. Según este mismo autor, igual el docente vive bajo una evaluación constante, de esta manera, tanto el docente como el alumno deben comportarse de acuerdo con lo que se espera de ellos para no recibir las consecuencias disciplinarias.

En relación con la figura del docente y el estudiante y en mayor congruencia con la postura de McLaren, Freire introduce la noción del educando- educador, cambia la visión estática que se tiene del docente y del estudiante por una en la que los roles se intercambian constantemente y se nutren mutuamente, a veces se es educador y a veces educando. Es así como todxs aprendemos de todxs, o en palabras de Freire “Nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en comunión y el mundo es el mediador” (Freire, 1975: 101).

Entonces, desde una visión crítica, el poder reside en el estudiante, es un actor activo y autónomo, es alentado a cuestionar, a dialogar, a ejercer su libertad para aprender y elegir los temas de su interés; y el rol docente, más que de transmisor, es de mediador de conocimientos.

Conclusiones

Existen iniciativas interesantes que buscan poner a los alumnos en el centro y con ello formar seres humanos con poder de agencia que realmente se comprometan con su propio aprendizaje y cuestionen la realidad a través de un diálogo horizontal con sus pares y el propio docente.

Sin embargo, como se ha señalado, no basta con reflexionar, es necesario poner manos a la obra y trabajar de forma colectiva para erradicar las desigualdades sociales. No se trata de salvar a nadie, sino de darnos cuenta de las problemáticas e injusticias del mundo, dialogar y construir entre todxs soluciones pertinentes, dando cabida a diferentes saberes y experiencias.

Bibliografía

McLaren, Peter (1984). La vida en las escuelas. Una introducción a la pedagogía crítica en los fundamentos de la educación. México: Siglo XXI editores.

Foucault, Michel (1998). Capítulo 2. Los medios del buen encauzamiento. En Vigilar y Castigar, pp. 104-118. México: Editorial Siglo XXI.,

Freire, Paulo (1975). La pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI.

Marin, Karmentxu (19 de mayo de 1978). Paulo Freire: La educación es siempre un quehacer político. EL PAÍS. Recuperado de https://elpais.com/diario/1978/05/20/sociedad/264463223_850215.html

Súper cultura (22 de marzo del 2017) Michel Foucault – Cultura para principiantes de Canal Encuentro . Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=oLBYJJONvGY (diciembre, 2020).

Interacción y Comunicación efectiva para profesores

Adecuación y claridad de contenido

Utiliza material actualizado que capte su atención y tenga lógica. procura adecuarte a su vocabulario y explica conceptos.

Empatía

La empatía te permite un mejor acercamiento, entendimiento y relación educativa.

Generando empatía con los estudiantes los ayudas a desarrollar habilidades socioemocionales como: resiliencia.

Generar diálogo y reflexión

Utiliza material actualizado que capte su atención y tenga lógica. procura adecuarte a su vocabulario y explica conceptos.

Busca un espacio que permita la participación y escucha activa. con intervenciones y preguntas que ayuden a los estudiantes a generar un análisis de los contenidos.

Retroalimentación

Después de cada entrega o ideas presentadas por los alumnos, comenta en que pueden mejorar o hazles saber sus errores.

Otras escuelas. El Calmécac

Este material audiovisual es producto de una visita al CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA EN MÉXICO y se realizó con fines educativos. El objetivo de este proyecto es informar acerca del CALMÉCAC, una institución escolarizada donde sólo tenían acceso las personas de élite, es decir, para hijos nobles de los mexicas, a estas escuelas principalmente asistían los niños que habían nacido para la vida religiosa.

Espero que el material sea de su agrado…

Cartas a quien pretende enseñar

Al leer el libro titulado Cartas a quien pretende enseñar escrito por el pedagogo Paulo Freire, reflexioné sobre mi trayectoria personal, la razón por la que decidí estudiar Pedagogía y mi propio posicionamiento pedagógico que sigue en formación.

Cada carta me aportó distintas cuestiones de reflexión, ya que en cada una de ellas me identifiqué con aspectos diferentes. Asimismo, el libro me permitió conocer más sobre la postura de Freire, así como también, vivenciar sus ideas de manera más personal; gracias a esto, me di cuenta que las convicciones, aspiraciones y pensamientos que tengo respecto a la educación no son tan extrañas, ya que hay personas, como Paulo Freire, que también coinciden conmigo. Es decir, antes de leer el libro, yo pensaba que mi postura respecto a la educación era única y que nadie pensaba de la misma manera que yo; por un lado, esto es bueno, ya que el creer que nadie piensa de la misma manera que yo me otorgó cierta fortaleza para querer hacer de mis ideas una realidad, sin embargo, esto también me generó cierta incertidumbre, ya que implica no saber si estoy sola en este proceso o si me estoy dirigiendo hacia el camino correcto o no. Dicho esto, ahora puedo decir con confianza que ni yo ni mis ideas están solas, sino que, al contrario, miles de personas estamos luchando en conjunto, ya sea de manera consciente o inconsciente, para cumplir con un mismo objetivo: generar un cambio positivo a través de la educación.

A lo largo del libro, Freire enfatiza mucho en el concepto de “educación bancaria” vs. “educación liberadora”. Es importante mencionar esto ya que para él la educación bancaria consiste en un proceso en que el educador deposita contenidos en la mente del estudiante; en cambio, la educación liberadora encamina hacia la formación de seres humanos pensantes que pueda liberar al educando y reafirmar su identidad gracias a ello. Ésta última es la que Freire promueve a lo largo de su vida, pues tiene el fin de educar a individuos que logren descubrir su fuerza interior y así puedan combatir contra las injusticias y optar por un mundo mejor.

Por esta misma razón, al analizar la perspectiva de Freire respecto a la educación bancaria y la educación liberadora, pude reflexionar sobre la educación que yo he tenido a lo largo de mi vida. Con base en esto, me di cuenta que cuando fui a una escuela tradicional me sentía muy infeliz; llegaba a la clase y los profesores depositaban los contenidos en nosotros, no les importaba si le encontrábamos sentido a ello o no. Asimismo, nunca fomentaron nuestra capacidad de cuestionamiento o de reflexión sobre la realidad en la que vivimos, ya que veíamos contenidos que estaban estrictamente ligados al currículum y no tenían la flexibilidad de adaptarse o de relacionarse con nuestro contexto actual. Al acordarme de los años que estuve en dicha escuela, y después de leer todas las cartas de Freire, concluí que este método tradicional de enseñanza se parece mucho a la educación bancaria. Por otro lado, pienso que la educación liberadora se vio muy reflejada en mi vida cuando asistí a diferentes escuelas Montessori, ya que llegaba a la clase y los profesores relacionaban el contenido con nuestro día a día, fomentaban mucho nuestro pensamiento crítico y nos invitaban a pensar y a reflexionar más allá del salón de clases. A lo largo de los años me he sentido mucho más identificada con las escuelas del método Montessori, y gracias a ello, he coincidido con las propuestas de Freire respecto a la implementación y la fomentación de la educación liberadora.

Dicho lo anterior, pienso que a partir de las cartas de Freire adquirí varios aprendizajes que utilizaré a lo largo de mi vida, sin embargo, los que más destacan son los siguientes: en primer lugar, la importancia que guarda la coherencia en nuestras vidas como individuos y educadores; es decir, tal como lo mencioné, el concepto de la coherencia ha estado muy presente en mi vida estos últimos años, ya que me he hecho más consciente sobre lo que implica ser una persona coherente a diferencia de la manera en que una persona incoherente se presenta en su día a día. Pienso que es sumamente importante crear un balance entre lo que uno piensa, dice y hace, ya que de esa manera evitaremos crear contradicciones y lograremos ser fieles con nosotros mismos y con los demás. Todos tenemos la responsabilidad de trabajar y de desarrollar la coherencia en nuestras vidas, ya que gracias a ella nos presentaremos como personas seguras ante el mundo. 

El segundo aprendizaje principal que adquirí de las cartas de Freire, es sobre la importancia que tiene crear una relación entre el contexto-teórico y el contexto-real de los educandos; es decir, pienso que es fundamental que yo como futura pedagoga tenga la capacidad de adaptar el contenido a las necesidades y al contexto de mis estudiantes, ya que únicamente de esta manera querrán venir a mi clase a aprender sobre cosas que logren comprender con facilidad y que les son útiles en su día a día. Como futura educadora, no quiero que mis estudiantes se sientan obligados a “encajar” al contenido de clase, sino que, al contrario, el contenido se tendrá que “encajar” a ellos.

El tercer aprendizaje que adquirí de las cartas de Freire, es sobre cómo debemos aprender a hablar con el educando, en lugar de hablarle al educando. Esta idea me parece fundamental, ya que pienso que cuando concebimos al educador como una figura de autoridad, lo confundimos en ciertas ocasiones con una figura de superioridad. Es decir, pensamos que el hecho de que el educador tenga una posición “superior” al educando debe actuar de tal manera, sin embargo, en realidad es todo lo contrario, ya que, a pesar de tener una posición con cierto grado de autoridad, el educador debe mantener una relación horizontal con el educando, de tal manera que ambos se reconozcan como seres iguales y con la misma capacidad de contribuir al conocimiento.

El cuarto aprendizaje que adquirí de las cartas de Freire, es sobre la importancia de tener definido nuestro posicionamiento como educadores. Esto va ligado con el primer punto que mencioné sobre la coherencia, ya que una persona que se rige por sus propias creencias logra mantener un posicionamiento fijo; a pesar de que éste puede cambiar a lo largo de los años, su “esencia” se mantiene estable (es decir, no se va de un extremo a otro constantemente). Por esa misma razón, Freire menciona que debemos tener definido nuestro objetivo como educadores, ya que gracias a esto lograremos empujar a nuestros estudiantes con base en nuestro propósito principal.

Por último, y a manera de conclusión, el quinto aprendizaje que adquirí de las cartas de Freire es sobre la importancia de tener esperanza en la vida. Dado que no vivimos en un mundo perfecto, y probablemente nunca lo será, debemos luchar para eliminar el odio que existe, combatir todas las injusticias y alzar la voz a pesar de que seamos silenciados. El ser humano no es perfecto, sin embargo, debemos mantener una visión optimista respecto a nuestro futuro y a lo que podemos lograr como individuos y como sociedad. Dicho esto, es fundamental que mantengamos la esperanza para un mundo mejor; como educadores, debemos transmitirles a nuestros educandos el deseo de crear y de construir, de imaginar y de luchar; ya que gracias a esto, el pesimismo que tenemos respecto al mundo, se verá reemplazado por una luz que nos guíe a todos y a todas hacia un camino lleno de más respeto, paz y amor.