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Pedagogía penitenciaria en México  

LA LIBERTAD en todos sus sentidos es una necesidad y derecho fundamental que posee todo ciudadano y ciudadana sin importar su clase social, género, orientación sexual, etnia, etc. sin embargo, ¿qué sucede cuando alguna persona infringe alguna de las leyes que ayudan a regular las conductas humanas que están establecidas en nuestro país, para lograr una convivencia sana y pacífica dentro de la sociedad mexicana?

Aquella persona que viola una norma o más, recibe como consecuencia una sanción o pena, ya sea como pagar cierto monto para ser liberado o una fianza en cierto límite de tiempo o ser trasladado a un centro de reinserción social por tiempo definido o indefinido; dependiendo del proceso y sentencia judicial.

Los centros penitenciarios están diseñados para albergar cierto número de personas; se dividen en varoniles, femeninos, mixtos y para adolescentes en conflicto con la ley. Son lugares que tienen como función excluir aquella persona que delinquió del resto de la sociedad, castigándola con la privatización de su libertad física desde meses o hasta años.

Los penales tienen como objetivo proteger a la sociedad de las “personas peligrosas”, disuadir a aquellos que tengan en mente cometer crímenes o delitos, separar al convicto del ambiente de criminalidad, reeducar al convicto para así lograr su reinserción y en determinados casos, impedir que un acusado huya del país mientras se está realizando un proceso judicial (pol bertran prieto). asimismo, vigilar, promover, prevenir, identificar, disuadir y disminuir violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad y se pueda llevar a cabo el proceso de su reinserción social (CEDHNL, s/f).

El proceso de reinserción social se sustenta en ejes basados en la educación, salud, deporte, trabajo y capacitación para el trabajo; todo ello con respeto a los derechos humanos para crear una sociedad equitativa dentro de los penales mexicanos. Este proceso de readaptación social, es un trabajo multidisciplinar para que el tratamiento penitenciario sea satisfactorio para la persona que está en contextos de encierro y uno de los actores que tienen un papel fundamental para lograr la rehabilitación social de este grupo de personas vulnerables, son los/as pedagogas y pedagogos.

El tratamiento penitenciario en la República Mexicana tiene como propósito garantizar atención de salud física y mental, acceso a educación, capacitación y trabajo, actividades de deporte, así como recreativas, artísticas y culturales; vinculación familiar y acceso a la información para fortalecer el logro de la reinserción social.

La pedagogía penitenciaria surge de la necesidad de brindar atención social en específico en este sector. Surge de la pedagogía social que es una pedagogía que se centra en dar atención y solución a las demandas de sectores considerados como socialmente vulnerables; está centrada en intervenir en y ante los diversos problemas que el sector de la población penitenciaria tiene y promover la mejor reintegración social mediante la educación (Ramírez de la Rosa, 2012, pág.75-76).

La pedagogía penitenciaria es la encargada de crear, elaborar, brindar, implementar y evaluar cursos-talleres y prácticas para la población interna interesada en tomarlos, además de canalizar a los internos al centro escolar donde realizarán parte de su tratamiento, ya que la otra parte de su tratamiento estará en función de la capacitación para y en el trabajo, y de las actividades culturales, deportivas y de tratamiento auxiliar, donde son canalizados de acuerdo al estudio pedagógico realizado y aplicado. De igual manera, se encarga de dar seguimiento a los internos después de cierto tiempo para verificar que el interno esté cumpliendo con su tratamiento y si realmente está funcionando eficazmente este tratamiento penitenciario (Ramírez, 2012, p.70).

La educación es un medio indispensable para la readaptación social del convicto/a. El trabajo y educación son y serán dos fundamentos pedagógicos del principio de readaptación dirigidos principalmente a evitar la residencia del interno/a, modificando y reformando su conducta para que este se reinserte adecuadamente en la sociedad mexicana (Ramírez, 2012, p.72).

Esta rama de la pedagogía social, reflexiona sobre la educación y medios idóneos de educar a la persona recluida en estos centros de reintegración social para lograr un mejor ser humano. Son medios que se ejecutan y llevan a cabo porque la persona es un ser social por naturaleza, por lo que no deja de aprender y de formarse a lo largo de su vida, independientemente del lugar en el que se encuentre (Ramírez, 2012, p.75).

Los programas educativos, laborales y culturales que se crean, elaboran e impartan en estos contextos de encierro, deben ser sustentados y evaluados por profesionales de la educación; llevarlos a cabo, sin omitir la parte de derechos humanos y dar seguimientos post-penitenciarios, dado que la finalidad es que no se vuelvan a cometer esos actos por los que fueron privados de su libertad física.

La pedagogía penitenciaria brinda intervención en este sector vulnerable y marginado para atender y ver por las personas que se hallan en estado de reclusión (Ramírez, 2012, p.76).

El pedagogo penitenciario debe ser capaz de tener una mente abierta y fuerte, libre de prejuicios para no hacer distinciones y evitar etiquetas hacia aquellas personas que buscan llevar a cabo el tratamiento penitenciario para mejorar y reintegrarse a la sociedad exitosamente.

Las pedagogas y pedagogos penitenciarios se ocupan de las personas que están recluidas para reeducarlos, reintegrarlos y proveerlos de asistencia social, porque su propósito es instruir y readaptar a los internos en individuos que logren reubicarse de nuevo en la sociedad y cuenten con habilidades intrapersonales e interpersonales, habilidades socioemocionales e interculturales, competencias transversales, valores cívicos, morales y educación, para que al término de su rehabilitación social tengan un reencuentro exitoso con el exterior, con los seres vivos que habitan y son parte de ese exterior, y sobre todo con ellos/as mismos/as.