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Abriendo puertas: El Valor de la Intervención Psicopedagógica

Como estudiante de las licenciaturas en ciencias de la educación y en psicopedagogía en la Universidad de Monterrey, he tenido el privilegio de vivir experiencias dando clases en el aula y también haciendo evaluaciones e intervenciones psicopedagógicas. Si hoy me preguntaran cuál es más importante, definitivamente no existe una respuesta, pero si la pregunta fuera cuál área me apasiona más sin duda es la psicopedagogía y en especial mi área de trabajo que es la intervención psicopedagógica.

Hablemos brevemente de conceptos. Acudiendo al diccionario médico de la Clínica Universidad de Navarra (2024), me encontré con la definición de intervención como
una acción sobre alguien que permite iniciar, cambiar o prevenir un proceso con intención de lograr una mejora, optimización o perfeccionamiento. Y la psicopedagogía es definida por la Real Academia Española (2024) como la rama de la psicología que atiende los fenómenos de orden psicológico para llegar a una adecuación de los métodos didácticos y pedagógicos.

Tomando en cuenta lo anterior, yo podría definir el término de intervención psicopedagógica como la acciones personalizadas que llevamos a cabo para mejorar o prevenir dificultades futuras en el proceso de aprendizaje de un individuo.

Este es un término que personalmente yo no había escuchado hasta que tuve que decidir qué carrera estudiar, pero que está cada vez más presente no solo en las instituciones educativas sino en la sociedad. Como maestros sabemos que existen diferentes ritmos
de aprendizaje, conocemos los términos comunes de problemas o trastornos que afectan el aprendizaje como la dislexia, la discalculia, los problemas de lenguaje o el TDAH, también sabemos que existen otros impedimentos por limitaciones sensoriales, por ejemplo. El
maestro suele ser el primero en identificar las alertas cuando se trata de problemas de aprendizaje, es por esto que menciono que no hay un papel más importante que otro. Pero, ¿Qué podemos hacer al respecto una vez que identificamos estas situaciones en nuestro salón de clases? Entrar en pánico es lo más común, sin embargo podemos apoyarnos de algún psicopedagogo.

En esta situación estaremos hablando de la intervención psicopedagógica específicamente en el ámbito educativo de un salón de clases. El psicopedagogo puede pedir una entrevista con el docente que refirió al alumno para conocer su comportamiento en el aula, las dificultades que tiene y las observaciones del maestro. También podría solicitar una entrevista con los padres o los tutores del alumno para conocer un poco del contexto familiar y cómo se desenvuelve en casa con hermanos, otros adultos, su actividad física, etcétera. Una vez que las entrevistas fueron realizadas se le puede hacer una entrevista al alumno para conocer su propia perspectiva de la situación, esta entrevista es indispensable ya que nos puede decir si el problema viene desde algo emocional que esté viviendo el alumno o si necesitamos aplicar alguna prueba psicométrica para indagar si existe alguna causa neurocognitiva. Entonces se evalúa y se procede a la aplicación de pruebas psicométricas que son un apoyo para el diagnóstico específico de las áreas en las que podemos trabajar
o reforzar con el alumno. Las pruebas psicométricas ayudan a que una intervención sea más personalizada y vaya dirigida a las necesidades específicas que tiene el alumno.

Por ejemplo, si una maestra dirige a un alumno al departamento psicopedagógico de la institución porque nota que en clase evita leer y cuando lo hace no comprende lo que lee, una “intervención” mal ejecutada sería ponerle muchos trabajos de lectura para que practique su comprensión lectora, porque esto podría traer resultados negativos al desmotivar al alumno a la lectura. Sin embargo, si el psicopedagogo realiza las entrevistas podría encontrar que el alumno no disfruta de leer porque en el salón de clases se burlan de él cuando lo intenta, en casa no suelen hacerlo, y si se aplicaron las pruebas psicométricas muestran que lo que se le dificulta al alumno en realidad es la memoria de trabajo, entonces la intervención que haría el experto sería diseñando sesiones en donde se va trabajar con actividades para fortalecer la memoria de trabajo y actividades para motivar al alumno en la lectura. En este caso hipotético podemos notar el contraste de una intervención completa que favorece el proceso de aprendizaje del alumno diseñando una intervención personal para sus necesidades específicas o una “intervención” con resultados contraproducentes.

Durante toda mi carrera mis maestros me han recordado que tanto docentes como psicopedagogos trabajamos con seres humanos, no son profesiones que trabajan programando máquinas o con procesos repetidos constantes. Cada mente es diferente, tiene ritmos de aprendizaje diferentes, dificultades diferentes y necesidades diferentes. Y es nuestra responsabilidad realizar un trabajo consciente porque así como una buena práctica puede ser recordada y tener un impacto positivo en una persona toda su vida; una mala
práctica o un error también puede tener un impacto negativo y ser recordado toda la vida.

 

La psicopedagogía así como la docencia es un trabajo noble que se hace de corazón a corazón, te lleva a interesarte por las personas, a conocer sus preocupaciones y batallas pero también sus pasiones y sueños. Y no hay nada más satisfactorio que su sonrisa de emoción al ver sus propios logros. Yo lo veo como darles a mis alumnos una llave para que puedan abrir una puerta que veían cerrada.

Educando en la belleza

La gente bonita no llora en el espejo
Se ven las siluetas finas,
Los rostros delicados,
Las sonrisas curveadas
Se siente como las sonrisas se transforman risa
mientras las lágrimas recorren mis mejillas porque
¿Quién es tan superficial como para llorar por algo
tan banal?
Me han enseñado a aspirar lo fino
La gente bonita no llora en el espejo
Dicen que la apariencia no es nada comparado
con la belleza interior, mas la gente de físico
hegemónico son aquellas con corazones, sonrisas,
abrazos mientras que el resto se desvanece,
preguntándose
¿Qué me falta?

Me han enseñado que no soy suficiente por ser yo,
debo ser otro
La gente bonita no llora en el espejo
Desgarro mis caderas y amarro mi lengua para
apartar que soy como el resto
“Soy valioso”
Me repito en el espejo
“Soy especial”
Me digo
“Soy amado”
Me grito

Pero no soy capaz de creer las palabras
Me han enseñado a no conformarme y a desear
por más,
Me han enseñado que mi cuerpo necesita
dietas,
Mis pechos amplitud
Mi mente necesita ser dócil
La gente bonita no llora en el espejo
Esto es superficial
Esto es egocéntrico
Esto es patético
¿Qué dirán?

Me han dictado amar a otros de manera
incondicional,
Me repiten que debo amar mi cuerpo y amarme
por el esfuerzo
Más me gritan que debo bajar de peso
Debo sonreír más
Debo ser más atenta
Debo poner a todos sobre mi, una y otra
Y otra
Y otra vez
¿Qué enseñanza sigo?
¿Quién me ha enseñado lo correcto?
Quiero ser como la gente bonita que no llora
en el espejo.

Desarrollo de la atención

“Espejito, espejito”: el reflejo de las princesas Disney

Si alguien ha acompañado a niñas de todo el mundo durante su infancia, invitándolas a soñar y creer en la magia, son las princesas Disney. Estos entrañables personajes existen y se desarrollan en un mundo de fantasía, sin embargo, vale la pena cuestionarse ¿qué nos están reflejando las princesas Disney?

Los medios audiovisuales han demostrado ser un agente educador importante durante la infancia, debido a que en esta etapa evolutiva están experimentando la construcción de su personalidad y criterio (Rubio, 2022). Según la encuesta nacional de consumo de contenidos audiovisuales (2022), realizada por el Instituto
Federal de Telecomunicaciones (IFT), el 65% de las niñas y niños mexicanos consumen contenidos audiovisuales por internet, de los cuales, el 56% consume mayoritariamente películas infantiles.

Walt Disney Company es la empresa de entretenimiento infantil por excelencia desde hace 101 años. Las estadísticas publicadas por Statista (2023) muestran que, al cierre del año 2023, Walt Disney Company había registrado un ingreso de aproximadamente 9,050 millones de dólares por sus películas. Entre sus franquicias más populares está la de Disney Princesses (Princesas Disney) que va
desde Blancanieves y los siete enanos (1937) hasta Asha (Wish, 2023).

Existen diferentes clasificaciones de las princesas Disney; por ejemplo, Maeda (2020), partiendo de un análisis de las personalidades de las princesas, establece la siguiente división: 1) Las bellas durmientes (Blancanieves, Cenicienta y Aurora), 2) Las despeinadas (Ariel, Bella y Jazmín), 3) Las guerreras (Pocahontas, Mulán, Tiana y Rapunzel) y 4) Las desafiantes (Mérida, Anna/Elsa y Moana). Las diferencias entre las categorías anteriores se pueden resumir en el cambio de su descripción física, psicológica y los roles que representan (Naame, 2021). Por ejemplo, se pueden identificar princesas cuyo principal objetivo es encontrar el amor romántico, a la espera de ser salvadas por el protagonista masculino, mientras que también están aquellas que buscan cumplir un propósito
personal, eliminando por completo la figura del príncipe azul.

Actualmente, el ser humano vive en una era de constantes cambios e incertidumbre, lo que lo lleva a buscar herramientas que le permitan interpretar la realidad. Es entonces cuando entran los medios de comunicación social,
que están funcionando como el principal marco de referencia, es decir, como narradores de la realidad (Ortega, et al., 2009). Los niños están
constantemente expuestos a los estímulos transmitidos por diferentes medios, principalmente los audiovisuales; de ahí que en la presente era de la globalización resulte indispensable explorar la influencia que tienen los mensajes presentados por dichos medios en el desarrollo infantil (Naame, 2021).

Todas las películas son creadas con el propósito de contar una historia, buscan mostrar algo a la audiencia. En el caso de Disney, sus películas suelen contener ideas, percepciones o temas que son relevantes para las personas que van a consumirlas (Davis, 2007). Este contenido divulgado a través de la pantalla, incluye forzosamente un componente educativo, pues influye en la manera en la que los espectadores perciben y entienden su realidad (Ros- Garrido & García-Rubio, 2022).

Los mensajes transmitidos por los medios audiovisuales son polisémicos, es decir, no tienen un significado único, sino que tienen la capacidad de producir diversos significados o interpretaciones en la audiencia (Morley, citado en Maeda, 2020). Por ende, la influencia que tengan los estímulos producidos por los medios dependerá de la lectura o decodificación que realice cada receptor. Hay diversos factores que afectan dicha decodificación, pero los más relevantes son la experiencia y la edad (Palmer & Hafen, citados en Maeda, 2020), pues de estos depende el criterio de la persona que recibe la información. El principal público de las películas de princesas Disney está compuesto por niñas, que al estar transitando la etapa de la infancia, se encuentran en pleno proceso de construcción de su criterio. Esto las lleva a tener una percepción propia de lo que
les comunican las películas y sus personajes, resultando en que adopten de ellas conceptos, valores o ideales que pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales para su desarrollo (Moreno, 2018).

La cinematografía funciona como una representación de la realidad, de las formas de pensar y el modo de vivir (Ros- Garrido & García-Rubio, 2022). Las princesas Disney no son la excepción, pues, como menciona Wellman (2020), funcionan como personificaciones que reafirman los modelos sociales y estereotipos ya presentes en la sociedad. Son personajes creados con el propósito de entretener a las audiencias y de contar historias que agraden principalmente al público infantil.

Disney, al igual que cualquier otro miembro de la industria del cine, busca contar historias que resuenen con sus audiencias. Para alcanzar este objetivo, presentan personajes y relatos forjados a partir de elementos que configuran el contexto en
que se van a presentar, facilitando que las personas se identifiquen con ellos, en consecuencia, terminan funcionando como un “espejo de la sociedad” (Davis, 2007).

Es posible observar el cambio social y encontrarnos con la realidad actual a través del espejo que son las princesas Disney. Lo que reflejan estos personajes no es más que la estructura social del periodo de tiempo en torno a la fecha en la que sus películas fueron estrenadas. Lo que no hay que perder de vista es que, aunque estén basadas en lo real, siguen siendo una representación
de la mujer que combina idealización con magia. Al estar en un contexto saturado de información, es indispensable potencializar la educación crítica sobre los medios de comunicación y los aspectos sociales que reflejan (Ros-Garrido & García-Rubio, 2022). A pesar de que los medios audiovisuales pueden ser considerados como agentes educativos por su repercusión en los patrones de vida y maneras de pensar del público, no debe recaer en ellos el total de la labor educativa.

Las princesas Disney pueden funcionar como roles a seguir o herramientas que favorezcan el autoconocimiento en las niñas al verse reflejadas y por lo tanto, sentirse identificadas con su princesa favorita, pero su influencia debe ser siempre pedagógicamente orientada, para así poder garantizar la formación del criterio en las niñas, desarrollando su capacidad de distinguir lo ficticio de lo real.
De lo que se puede tener certeza es que, si se le preguntara al espejo mágico de la madrastra malvada de Blancanieves: “Espejito, espejito, ¿quién es la princesa más bella del reino?”, hoy contestaría que Moana; en 2010, habría dicho que Rapunzel; en 1991, que Bella y en 1950 que Cenicienta.



Davis, A. (2007). Good Girls and Wicked Witches: Women in Disney’s feature animation. John Libbey Publishing.
Instituto Federal de Telecomunicaciones [IFT]. (2022). Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales. IFT. https://
somosaudiencias.ift.org.mx/archivos/01reportefinalencca2022_vpa.pdf
Maeda, C. (2020). ¿Princesas de carne y hueso? Análisis del proceso de identificación de niñas mexicanas con las Princesas Disney.
Bonilla Artigas Editores.
Moreno, M. (2018). Valores y universo Disney. Análisis de las películas galardonadas con los premios Óscar desde el punto de vista de
su influencia educativa [Tesis de Licenciatura, Universidad de Granada]. Repositorio Universidad de Granada. https://digibug.ugr.es/
handle/10481/48899
Naame, M. (2021). El estereotipo Princesa Disney y su influencia en la socialización primaria de las niñas [Tesis de Licenciatura,
Universidad de Belgrano]. Repositorio Universidad de Belgrano. http://repositorio.ub.edu.ar/handle/123456789/9328
Statista. (2023). Walt Disney: ingresos del segmento de entretenimiento 2009-2023. Statista. https://es.statista.com/estadisti-
cas/681638/ingresos-anuales-del-segmento-de-entretenimiento-de-walt-disney/
Ortega Ortiz, V., Ramírez y Ramírez, D. A., & Ortiz Sánchez, M. (2009). Los Valores En Las Películas Infantiles. Huella de la Palabra, 3,
70-78. https://doi.org/10.37646/huella.vi3.486
Ros-Garrido, A. & García-Rubio, J. (2022). La mujer en las películas de Disney. una propuesta pedagógica. Org & Demo, 23(2), 81-94.
https://doi.org/10.36311/1519-0110.2022.v23n2.p81-94
Wellman, N. (2020). Disney’s Portrayal of Women: An Analysis of Female Villains and Princesses. Concordia Journal of Communication
Research, 7(4), 1-20. https://digitalcommons.csp.edu/comjournal/vol7/iss1/4/

La construcción del sistema educativo en Palestina

Introducción

Mucho se ha hablado últimamente del reciente conflicto entre Israel y Palestina. Estamos a poco de cumplir un año desde los eventos del 7 de octubre. Es por eso que aprovecho este espacio para escribir un artículo acerca de la construcción del sistema educativo en Palestina.

El sistema educativo en Palestina ha recorrido un largo camino. A lo largo de los años, ha enfrentado importantes desafíos mientras busca unificar y fortalecer la educación en Cisjordania y Gaza. Este artículo examina ese proceso, destacando tanto los avances como las dificultades actuales. Es importante señalar que este análisis no tiene la intención de asumir una postura política, sino simplemente
informar y ofrecer una visión objetiva sobre la realidad educativa en Palestina.

 

Creación de la MoEHE

En agosto de 1944, fue creado el “Ministerio Palestino de Educación y Enseñanza Superior”, por sus siglas en inglés, MoEHE (Sánchez y Trad, 2011, P. 10). En ese momento, el ministerio tuvo que afrontar retos como la creación de una estructura propia, contratar a docentes y personal, desarrollar un sistema de gestión, recaudar fondos y diseñar un programa educativo unificado para Gaza y
Cisjordania (Sánchez y Trad, 2011, P. 10).

Unificar el sistema educativo de Gaza y Cisjordania no fue una tarea fácil, ya que estos dos territorios usaban dos currículos diferentes; por un lado, Cisjordania utilizaba el sistema educativo de Jordania, mientras que en Gaza el de Egipto (Mahsi, n.d. P. 6) la MoEHE tuvo que fusionar dos sistemas en uno solo para tener un carácter nacionalista; entre estos, se incluía erradicar las diferencias geográficas en cuanto a precios, duración de ciclos escolares y los procedimientos de inscripción (Mahsi, n.d. P. 6).

El primer logro dentro de la unificación del sistema educativo palestino es el examen de admisión a secundaria “Tawjihi”; esta prueba fue reconocida por el resto de los países del mundo (Mahsi, n.d. P. 6). El conflicto israelí-palestino y los entonces 30 años de ocupación, hicieron que el ministerio de educación heredara un sistema educativo palestino en ruinas (Sánchez y Trad, 2011, P. 10-11). Es por eso que con la ayuda de la UNESCO, la MoEHE logró crear el “Centro de Desarrollo Curricular Palestino” (PCDC) y a la vez, su propio plan de estudios (Sánchez y Trad, 2011, P. 10-11).

El plan de estudios se empezó a implementar en el año 2000 mediante la creación de libros de texto; entre el 2006 y 2007, todos los estudiantes de todos los cursos, tanto de Cisjordania como de Gaza, estaban utilizando los nuevos libros de texto creados por la PCDC (Sánchez y Trad, 2011, P. 11).

El nuevo plan de estudios que propone la PCDC a principios de siglo contiene disciplinas vanguardistas como educación cívica, educación nacional, tecnologías, artes e introducir el idioma inglés desde el primer curso; asimismo, se veía como prioridad restaurar las condiciones psicológicas y de salud de los estudiantes y docentes (Sánchez y Trad, 2011, P. 11).

 

Algunos datos sobre el sistema educativo

En cuanto a perspectiva de género, el 37% de las escuelas son únicamente para hombres, 35% para mujeres y el 29% de enseñanza mixta (Sánchez y Trad, 2011, P. 17).

El sistema educativo es obligatorio hasta el 10° grado, lo que respecta a primaria y bachillerato; sin embargo, algunas secundarias de enseñanza profesional brindan educación hasta el 12° grado, pero estos dos últimos grados no tendrían ninguna obligatoriedad (Sánchez y Trad, 2011, P. 17).

En cuanto a educación superior, Palestina cuenta con 11 universidades: [10 de ellas privadas y 1 pública]. Asimismo existen 11 escuelas técnicas [4 de la Autoridad Palestina, 2 de la UNRWA, 4 públicas y 1 privada]. Todas estas universidades ofrecen cursos de una duración aproximada de cuatro años (Sánchez y Trad, 2011, P. 17).

 

Resultados positivos después de la MoEHE

Un informe de avance en el año 2005 señaló que la MoEHE ha hecho un excelente trabajo; encuestas realizadas en ese mismo año mostraron que se redujo el número de deserción escolar; la tasa de abandono era del 1.8%
en el año 2000 y se redujo a 0.9% en el 2004 (Sánchez y Trad, 2011, P. 11). De hecho, la tasa de matriculación en educación secundaria es del 80% y en educación superior del 40% (Sánchez y Trad, 2011, P. 12).

Según el informe del Banco Mundial realizado en septiembre de 2006, el acceso a la educación básica y secundaria es muy equitativa en cuanto a género, ubicación e ingreso familiar. De hecho, estos indicadores ponen tanto a Cisjordania como a Gaza a la cabeza en el Medio Oriente y el Norte de África (MONA) (Sánchez
y Trad, 2011, P. 12).

Asimismo, Palestina cuenta con una tasa de alfabetización del 91%, siendo una de las poblaciones más educadas de la región del Medio Oriente y el Norte de África (Sánchez y Trad, 2011, P. 14).

 

Retos para la educación en Palestina

Para el 2011, existen 702 escuelas en Gaza; 144 funcionan solo en la mañana y 174 solo en las tardes, por lo que más de 380 escuelas laboran en ambos turnos. El 88% de los establecimientos escolares en Gaza laboran de esta forma, lo que significa que para usar dos veces el mismo edificio y las mismas aulas, el número de horas de enseñanza tiene que recortarse (Sánchez y Trad, 2011, P. 12).

Siguiendo con la línea de los problemas de hacinamiento; la “Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo” (UNRWA) cubre el 70% de la matrícula de Gaza, por lo que en promedio son más concurridas que las escuelas de la Autoridad Palestina. Es importante aclarar que ambas instituciones aplican el mismo plan de estudios (Sánchez y Trad, 2011, P. 13).

En cuanto a la infraestructura de los salones de clases, el 8.7% de las aulas son habitaciones alquiladas que no cumplen los estándares mínimos de los requisitos de un salón escolar (Sánchez y Trad, 2011, P. 13). Se ha registrado que algunos equipos educativos, salones y biblioteca, son inadecuados (Sánchez y Trad, 2011, P.14). Muchas de las escuelas carecen de laboratorios, bibliotecas, sanitarios, y zonas de juego; de hecho, algunos edificios se encuentran en peligro de ruina (Mahsi, n.d. P. 7).

Las escuelas palestinas carecen de equipamiento y materiales que proporcionen mejores estrategias para la enseñanza y aprendizaje, así como lo son sillas y mesas adecuadas, fotocopiadoras, computadoras, material audiovisual, libros, pizarras y equipamiento para educación física y material para artes visuales; es por eso que las clases se imparten de modalidad mayormente teórica (Mahsi, n.d. P. 7).

En el ámbito económico, el número de estudiantes aumentó de un 4% a un 7%, lo que significa que el presupuesto educativo anual aumentó de un 8-9% anual. Asimismo, el costo para renovación y adecuación de la infraestructura es muy elevado (Sánchez y Trad, 2011, P. 13).

Alrededor de 16,000 estudiantes anuales, no aprueban los exámenes de secundaria. Por otro lado, se ha reportado que algunos alumnos no son aceptados en las universidades debido a los malos resultados académicos, de hecho, la cuota de inscripción disminuyó un 3% en 2005; pues existe una falta importante de programas para la capacitación docente (Sánchez y Trad, 2011, P. 14). Por ejemplo, la mayoría de los docentes fueron contratados sin haberse titulado como profesores (Mahsi, s.f., P. 7).

Por otro lado, se estima que alrededor de 7,000 niños palestinos no asisten a la escuela y 1 de cada 12 alumnos no completan el curso (Sánchez y Trad, 2011, P. 15).

Conclusiones

El recorrido del sistema educativo en Palestina es un testimonio de resiliencia frente a la adversidad. A pesar de las enormes dificultades, el pueblo palestino sigue apostando por la educación como una vía para construir un futuro mejor. Sin embargo, los desafíos que enfrentan no pueden ser ignorados. Aquí es donde entra nuestra labor como educadores, que buscamos la mejora constante del sistema para que los alumnos de todo el mundo tengan una educación de calidad.

Finalmente, me gustaría agregar que este conflicto ha polarizado mucho a la sociedad, quiero aclarar que, sin importar del lado en el que estemos, como humanos tenemos el deber de luchar por la paz y definitivamente la educación tiene un papel esencial para la búsqueda de esta, por lo que invito al lector a hacer consciencia sobre los conflictos que nos rodean y que eduquemos hacia un mundo mejor.
Esperemos que el conflicto acabe pronto, que todos los rehenes lleguen a casa y que ambos pueblos sean liberados de Hamás.

 

-Mahsi, K. (s. f.). LA ENSEÑANZA ESCOLAR EN PALESTINA: DEL COLAPSO A LA AUTONOMÍA [En línea]. Gobierno de España. https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:- 14d852a4-3351-4e9a-9608-78373bc14bb2/re3160500464-pdf.pdf
-Sánchez, F., & Trad, J. (2011). LA EDUCACIÓN EN LOS TERRITORIOS PALESTINOS [En línea]. Centro de Estudios de Oriente Medio de la Fundación Promoción Social de la Cultura. https://cemofps.org/documents/download/la_educaci_n_en_los_territorios_palestinos.pdf

Comprendiendo la Dislexia: Desafíos y Estrategias de Intervención en el Contexto Educativo

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de una persona para leer, escribir y comprender el lenguaje escrito. Aún cuando presentan una inteligencia promedio o superior, los individuos con dislexia experimentan dificultades persistentes en el procesamiento fonológico, la decodificación de palabras y la fluidez lectora. Esta condición puede tener importantes implicaciones en el desempeño académico y emocional de los niños y adolescentes en el contexto educativo. Aunque se reconoce ampliamente, su comprensión y manejo en el ámbito educativo continúan siendo desafiantes. En este

ensayo, exploraremos en profundidad la naturaleza de la dislexia, sus implicaciones en el contexto educativo y algunas de las estrategias a utilizarse para su intervención.

 

DESARROLLO

La dislexia afecta fundamentalmente el proceso de lectura y escritura de los menores, lo que puede tener un impacto significativo en su rendimiento académico y su autoestima. La investigación ha demostrado que los niños con dislexia tienen dificultades para reconocer y manipular los sonidos del habla (conciencia fonológica), lo que dificulta su capacidad para asociar letras con sonidos y decodificar palabras de manera efectiva (Snowling, 2001).

Estas dificultades en el procesamiento fonológico pueden resultar en una lectura lenta y laboriosa, así como en una comprensión limitada del texto. Como consecuencia, los niños con dislexia pueden tener dificultades para comprender las instrucciones escritas, aprender vocabulario nuevo y retener información leída, lo que afecta su desempeño en todas las áreas del currículo académico (Shaywitz, 2003).

 

NATURALEZA DE LA DISLEXIA

La dislexia es un trastorno que afecta la habilidad de procesar el lenguaje escrito. Se caracteriza por dificultades en la decodificación de palabras, la fluidez de lectura y la comprensión lectora. A menudo, se acompaña de dificultades en la ortografía y la expresión

escrita. Es importante reconocer que la dislexia no está relacionada con la inteligencia y puede afectar a individuos con diferentes niveles de habilidad cognitiva.

La dislexia se considera un trastorno neurobiológico debido a su origen en el funcionamiento del cerebro. Se han realizado numerosos estudios neurocientíficos que han demostrado diferencias estructurales y funcionales en el cerebro de individuos con dislexia en comparación con aquellos sin el trastorno. Estas diferencias afectan áreas específicas del cerebro involucradas en la lectura y el procesamiento del lenguaje, como el giro angular, el giro frontal inferior y el cuerpo calloso.

 

IMPLICACIONES EN EL CONTEXTO EDUCATIVO

En el ámbito educativo, la dislexia puede presentar varios desafíos para los estudiantes. La dificultad para leer y comprender textos puede afectar su rendimiento académico en todas las áreas del currículo. Además, la frustración y la baja autoestima pueden surgir como consecuencia de las continuas dificultades en el aprendizaje. Es fundamental que los educadores estén capacitados para identificar y apoyar a los estudiantes con dislexia de manera temprana, proporcionando las adaptaciones necesarias para promover su éxito académico y emocional.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de una persona para leer, escribir y comprender el lenguaje escrito. Se caracteriza por dificultades en la decodificación de palabras, la fluidez de lectura y la comprensión lectora. A menudo, se acompaña de dificultades en la ortografía y la expresión escrita. La dislexia no está relacionada con lainteligencia y puede afectar a individuos con diferentes niveles de habilidad cognitiva.

 

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN GLOBAL

Existen diversas estrategias de intervención que pueden beneficiar a los estudiantes con dislexia en el entorno educativo (Fletcher et al.,2019). Estas incluyen:

  1. Evaluación temprana y detección: Es fundamental identificar a los estudiantes con dislexia lo antes posible para brindarles el apoyo adecuado. Las evaluaciones psicoeducativas completas pueden ayudar a determinar las necesidades individuales de cada estudiante.

  2. Enseñanza multisensorial: Las estrategias de enseñanza que involucran múltiples sentidos, como la vista, el oído y el tacto, pueden ser especialmente efectivas para los estudiantes con dislexia. Esto puede incluir el uso de materiales manipulativos,actividades interactivas y programas de intervención específicos.

  3. Apoyo individualizado: Los estudiantes con dislexia pueden beneficiarse de un apoyo individualizado que se adapte a sus necesidades específicas. Esto puede incluir tiempos de lectura extendidos, la utilización de tecnologías de asistencia, y la modificación de las tareas y evaluaciones para hacerlas más accesibles.

  4. Promoción de la autoestima: Es crucial fomentar la autoestima y la confianza en los estudiantes con dislexia. Reconocer y celebrar sus fortalezas, así como proporcionar retroalimentación positiva y aliento, puede ayudar a contrarrestar los desafíos emocionales asociados con el trastorno.

“E S T R AT E G I A S D E I N T E R V E N C I Ó N E S P E C Í F I C A S C O N B A S E E N L O S F A C T O R E S A M B I E N TA L E S Y CONTEXTUALES, SEGÚN EL MODELO Y VISIÓN ECOLÓGICA DE BRONFENBRENNER (1979)”.

En la actualidad, las implicaciones de la dislexia en el contexto educativo son significativas y requieren una atención especial por parte de diversos actores involucrados en el proceso educativo. Aquí hay algunas de las implicaciones más relevantes y los indicadores que cada grupo debería observar:

Docentes:

  1.  Identificación temprana: Los docentes deben estar capacitados para reconocer posibles indicadores de dislexia en sus estudiantes, como dificultades persistentes en la lectura, la escritura y la ortografía, así como problemas para comprender instrucciones escritas.

  2. Adecuaciones pedagógicas: Los docentes pueden ajustar su enseñanza para satisfacer las necesidades de los estudiantes con dislexia, utilizando estrategias multisensoriales, proporcionando tiempos de lectura extendidos y ofreciendo apoyo individualizado cuando sea necesario.

  3. Evaluación continua: Los docentes deben monitorear el progreso de los estudiantes con dislexiade manera regular y realizar ajustes en su enseñanza según sea necesario para garantizar su éxito académico.

Padres:

  1. Observación de signos tempranos: Los padres deben estar atentos a posibles signos tempranos de dislexia en sus hijos, como dificultades para aprender el alfabeto, confundir letras o números similares y problemas para recordar palabras comunes.

  2.  Colaboración con la escuela: Deben colaborar estrechamente con los docentes y el personal escolar para garantizar que su hijo reciba el apoyo necesario en el aula y en casa, así como participar en la elaboración y seguimiento del plan de intervención individualizado.

  3. Apoyo emocional: Los padres pueden proporcionar un ambiente de apoyo y comprensión en casa, fomentando la autoestima y la confianza de su hijo y celebrando sus logros, tanto académicos como personales.

En resumen, la colaboración entre docentes, directivos, especialistas médicos, clínicos, psicopedagogos y padres es fundamental para abordar las implicaciones de la dislexia en el contexto educativo y garantizar el éxito académico y emocional de los estudiantes con este trastorno del aprendizaje. La detección temprana, la intervención adecuada y el apoyo continuo son clave para ayudar a los estudiantes con dislexia a alcanzar su máximo potencial.

NOTA: Para más información sobre el artículo escanea el código QR adjuntoy obtén la información completa y desarrollada de este.

 

 

 

 

El Thyssen, un museo para aprender disfrutando

JOSÉ MARÍA GOICOECHEA GARCÍA
Director de Comunicación
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado 8
28014 Madrid-España

Pasados unos minutos de las diez de la mañana, la hora a la que abre sus puertas el museo cada día, lo habitual es encontrarse el vestíbulo principal lleno de los más variados grupos de estudiantes: desde los más pequeños (que avanzan en fila, tomados de la mano de dos en dos siguiendo a sus profesores), hasta los adolescentes (casi siempre con cara de querer estar mejor en otro lugar), pasando por algunos de escuelas privadas (sus cuidados uniformes los delatan). Esto es así porque desde sus inicios, en 1992, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha contado con un muy activo, creativo y vanguardista departamento de educación, que se empezó a llamar EducaThyssen a raíz de la construcción de su primera página web (www.educathyssen.org) y que así sigue siendo conocido, y reconocido, por mucha gente, en muchos países.

Tomando en cuenta todos estos factores, la realidad es que, siempre y cuando exista un uso responsable, planeado y supervisado de estas herramientas, se puede llegar a tener todos los beneficios que se han mencionado anteriormente; tener un aprendizaje más significativo, un mejor desarrollo psicomotriz, una relación más directa con el mundo, y por supuesto, mejores herramientas para poderse adaptar al mundo digital.

EducaThyssen se encarga de ofrecer contenidos, colaboración y asistencia a multitud de centros de enseñanza y a varias generaciones de profesores; también organiza actividades educativas destinadas a familias; y tiene una serie de programas con un marcado carácter social orientados a todo tipo de colectivos con capacidades diferentes. En su declaración de intenciones, desde EducaThyssen dicen: “Trabajamos por una manera distinta de ser y estar en el ámbito de la cultura. Nos gusta ser parte activa y cuidar del ecosistema educativo. Buscamos habitar el museo poniendo el foco en la dimensión poética del arte”.

Pero más allá de la acción pedagógica planificada, ordenada y dirigida a públicos concretos el Museo Thyssen-Bornemisza (en realidad cualquier museo, pero vamos a hablar de ese) es en sí mismo un lugar para educarse. La colección Thyssen-Bornemisza, origen y base del museo que lleva su nombre, llegó a España, como se ha mencionado más arriba, en 1992, cuando el Estado compró casi un millar de cuadros a Hans-Heinrich Thyssen-Bornemisza, perteneciente a la tercera generación de una familia de coleccionistas de arte, cuyo mayor deseo era ver expuestas al público, a todos los públicos, esas obras maestras de la pintura que había heredado, en parte, y comprado, luego, durante cuarenta años. Así, esos cuadros pasaron a formar parte del patrimonio artístico español para disfrute de todos. Siempre decimos, y así figura en nuestro logo, que somos “el museo de todos”. Y lo somos por esa condición de institución pública y por la voluntad de que todos se sientan en el Thyssen como en casa.

A los pocos meses de su inauguración, recuerdo que vine a visitarlo (en ese momento no me podía imaginar de ninguna manera que terminaría trabajando aquí mucho tiempo después). Había terminado un par de años antes mis estudios universitarios de Historia y de Periodismo, tenía todavía frescas las clases de historia del arte y me fascinó encontrarme en aquellas salas, cara a cara, con algunos de los cuadros icónicos que ilustraban los manuales universitarios que había manejado durante la carrera, con conocidas y reconocidas obras maestras. Y aquí está una de las claves de este museo en particular, pues ofrece un auténtico paseo por la historia del arte occidental desde el siglo XII al siglo XX, con prácticamente todas las principales corrientes y estilos pictóricos muy bien representados: renacimiento, barroco, impresionismo, expresionismo abstracto, pop-art… entre muchos otros, y con una excelente muestra de los grandes, grandísimos nombres de este mundo: Carpaccio, Van Gogh, Rubens, Rembrandt, Delaunay, Caravaggio, Tintoretto, Picasso…

Sin quererlo, sin darse cuenta –podríamos incluso decir que aunque no quieran–, cada uno de los visitantes de las salas de la colección Thyssen-Bornemisza sale a la calle después de una o dos horas de recorrido (la velocidad la decide cada cual) habiendo vivido una auténtica lección de historia de la pintura de la mejor manera que se puede experimentar, con los auténticos cuadros ante sus ojos, al alcance de la mano; es una forma de hablar porque, evidentemente, no se pueden tocar… Bueno, eso no es del todo cierto, pues en un par de ocasiones, con motivo de alguna exposición temporal se han mostrado reproducciones táctiles, en tres dimensiones, para que las personas con dificultades de visión pudieran sentir, “ver” con sus manos, cómo eran las flores de un jardín pintado por Renoir, por ejemplo.

Ya que hemos hablado de las exposiciones temporales, hay que contar que son uno de los motores de la actividad del museo. Se organizan como mínimo cinco de estas muestras cada año, siempre con la intención de enseñar bien a artistas populares desde otros puntos de vista, bien descubrir a pintores menos conocidos; también se relacionan autores y obras desde un punto de vista temático y se exhiben creaciones de jóvenes artistas; hay revisiones históricas y planteamientos estrechamente ligados a cuestiones de actualidad (feminismo, decolonización, ecología…). De nuevo, es casi imposible salir de una exposición temporal sin haber aprendido algo, en ocasiones mucho. Y para quien quiera saber más, siempre está el catálogo o cualquier otra publicación relacionada.

Se organizan charlas, debates, congresos, simposios y conferencias. Se ofrecen ciclos de cine inspirados en una exposición concreta o en un movimiento artístico. Hay conciertos y se graban vídeos de los más variados músicos frente a tal o cual cuadro y mucho de esto queda registrado y al alcance de todos en la página web del museo (museothyssen.org) que es un museo alternativo al que se puede acceder (gratis) desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.

El museo virtual es ya casi tan importante como el museo físico. Y parte de este museo virtual son las redes sociales,mediante las cuales la comunicación con seguidores, fans y amigos de todo el mundo está asegurada, y por ellas somos muy conscientes de la enorme aceptación y simpatía con las que el Museo Thyssen-Bornemisza cuenta en América Latina. Hay mucha gente que no ha visitado todavía Madrid, y mucha que quizá nunca viaje hasta aquí, y por lo tanto que no ha cruzado las puertas del museo, pero que conoce nuestras salas, nuestros cuadros y nuestras exposiciones tan bien, y a veces incluso mejor, que quien ha pisado estos pasillos.

En la naturaleza de un museo está implícita la misión educativa: en la selección de lo que se muestra, en las explicaciones que lo acompañan, en los recorridos que se ofrecen, en las actividades que se organizan, pero nunca se puede, ni se debe, olvidar que entramos en uno de estos lugares para disfrutar, para pasarlo bien que es, estoy convencido, la mejor forma de educar y de aprender a formar parte del patrimonio artístico español para disfrute de todos. Siempre decimos, y así figura en nuestro logo, que somos “el museo de todos”. Y lo somos por esa condición de institución pública y por la voluntad de que todos se sientan en el Thyssen como en casa.

 

El idioma del mundo: LA MÚSICA

Y ahí se encontraban ambos; dos hombres nacidos a tan solo 155 km de distancia uno del otro. Y a pesar de la corta distancia física que los separaba al nacer (una distancia similar a aquella entre la Ciudad de México y Morelos) existía una distancia social infinita que los mantenía separados. Habitantes de un mismo lugar, y a la vez, de dos mundos cual agua y aceite. Sin embargo, ahí estaban.
Yo los veía. Los escuchaba. Rompiendo con el silencio formidable del Auditorio Blas Galindo en el Festival Internacional de Piano “En Blanco y Negro, ¡y todos los colores!” del CENART en la Ciudad de México. El pianista israelí, Kohlberg, miró a su amigo palestino Haroni a los ojos y, sin mencionar palabra alguna, sus manos reaccionaron al unísono para concluir el programa de esa tarde con la “Danza del sable”.

El conjunto pianístico formado por Yaron Kohlberg y Bishara Haroni, o como ellos se hacen llamar, “El Dúo Amal”, surgió en el conflictivo Medio Oriente en el año 2008. Además de ser conocidos por su virtuosidad, también se han convertido en un símbolo universal de amistad y esperanza entre su gente y el mundo mismo. Esa tarde, en el auditorio, su música me sumió en una pequeña reflexión. Reflexión que establece lo que es, en mis ojos, la enseñanza más especial que la música conlleva: Aprender a escuchar.

Lo que podría ser simplemente una acción obligada al referirnos a un arte que se comunica a través del sonido, marca para mí, toda la diferencia cuando se trata del desarrollo humano. Hay un íntimo aprendizaje que todo aquel que se acerque a una comunidad musical puede adquirir. Aprender a escuchar. Hacer música no solo implica habilidades técnicas y teóricas. También, abarca prestar nuestros
oídos a la voz del compositor, del director, de los demás y la que nos pertenece. Es escuchar ese diálogo que se crea en conjunto. Cuando uno asiste a una experiencia musical, ya sea como intérprete u oyente, un concierto de pop o un concierto clásico, se crea un diálogo universal efímero. De repente si la persona de al lado se parece a nosotros, si tiene pensamientos similares o no, si le gusta el azul o el verde, son todos datos que pasan a un segundo plano. Simplemente
nos detenemos, a escuchar lo que sea que se desenvuelva en las
siguientes horas.

Por otro lado, aprender a escuchar también implica un desarrollo práctico. Es bien sabido que tocar algún instrumento tiene beneficios cognitivos. Al tocar, utilizamos todas las partes primarias de nuestro sistema nervioso central (John Dani, 2017). No importa si se trata de un niño de 5 años o un adulto de 65, practicar un instrumento nos obliga a tomar decisiones, prever un siguiente paso, y a recibir estímulos sensoriales y emocionales. Todos, beneficios que constituyen un ejercicio ideal para nuestro cerebro.

Sin embargo, este desarrollo se queda corto si no compartimos la música con los demás. Participar en ensambles, orquestas, o en una banda nos permite adquirir habilidades sociales íntegramente. “Un niño en una orquesta es un niño que aprende a respetar a los demás, a meditar, a extraer. A trabajar en equipo, a entender la generosidad, y a apreciar el silencio” dice Alondra de la Parra, directora de orquesta mexicana, en una de sus tantas conferencias (Parra, 2023). Sus palabras resuenan todavía en mi cabeza, pues cobran sentido al compararlas con mis propias experiencias. Cuando te dispones a tocar con los demás, la música se vuelve de todos. No basta con dominar tu parte; necesitas conocer, escuchar e integrar las partes ajenas para lograr comunicar una expresión. Al tocar en un grupo, eres un engranaje más, conectado a un complejo sistema completamente humano. Me animo a afirmar que si creáramos una orquesta en cada rincón de este mundo, habría un panorama más claro. Pues, ¿qué es el conflicto, la guerra, y el odio sino una negación misma a escucharnos?

Daniel Barenboim, un pianista y director de orquesta israelí y palestino que, al igual que el Dúo Amal, cree que la música tiene la capacidad de borrar fronteras, dice: “La gran música es el resultado de una escucha concentrada. La armonía, en un contexto interpersonal, sólo existe a través de la escucha, donde nos abrimos a la narrativa y perspectiva del prójimo” (Barenboim, 2015).
Tal como indica Barenboim, la música representa una herramienta que nos permite escuchar para llegar a comprender una parte del otro. Un pensamiento que podría considerarse un tanto idealista pero que, a pesar de eso, recibo con entusiasmo.
Necesitamos ese idealismo, uno que nos permita conocer el mundo, enfatizar nuestra humanidad, darle cuerpo a aquello que
sentimos y encontrar una fuente de motivación.

 

LA MÚSICA ES UNO DE LOS REGALOS MÁS ANTIGUOS DE ESTE PLANETA,
TODO SER VIVO LA CONTIENE. A TRAVÉS DE ESTA REFLEXIÓN, TE INVITO A VIVIR LA MÚSICA. TAL VEZ, SOLO TAL VEZ, ELLA ES EL HILO CONDUCTOR QUE NECESITAMOS PARA APRENDER A ESCUCHARNOS PLENAMENTE.

 

 

  • Sally Sapega, S.S. (2017). Playing an Instrument: Better for Your Brain than Just Listening. Recuperado de https://www.pennmedicine.org/news/news-blog/2017/january/playing-an-instrument-better-for-your-brain-
    than-just-listening el 21 de septiembre del 2024.
  • Daniel Barenboim, D.B. (2015). The Barenboim-Said Akademy – History. Recuperado de https://www.barenboim-
    said.de/en/about/history el 18 de septiembre del 2024

¿Cómo llegué al mundo de la educación?

Les quiero compartir que, entre los 14 y 16 años, me replanteaba constantemente aquella decisión vocacional que daba sentido a una misión y razón de ser en el mundo. Por algún motivo, en aquel momento, llegué a un grupo juvenil de co-apoyo en una parroquia cercana a mi domicilio que tenía como propósito acompañar a jóvenes de la comunidad que se encontraban en situación de riesgo. En esta experiencia encontró cabida aquel cuestionamiento constante que afiladamente me hacía preguntarme sobre aquello a lo que tendría que dedicarme y que tenía un peso existencial importante en mi vida.

Es así como, a partir del trato con otros jóvenes, el desarrollo de dinámicas de co-ayuda, los espacios de diálogo experienciales, la coordinación de actividades de apoyo grupal y personal, el servicio y la dimensión espiritual, me hicieron decidir por una opción vocacional que contemplara características que se asemejaran a esta vivencia que de alguna manera satisfacían mi quehacer.

Finalmente, opté por estudiar la Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad La Salle México, y después, la Maestría en Administración Educativa en la Universidad De La Salle Bajío. A mi egreso, colaboré como Coordinador de Investigación y Desarrollo en el INAEBA-SEG, del Gobierno de Guanajuato. Impartí docencia en la Universidad De La Salle Bajío para la Escuela de Educación y Desarrollo Humano. Tiempo después, fui director académico de nivel bachillerato, de 2009 a 2017, en el Instituto Tecnológico Lumen Gentium SEP-DGETI.

He dedicado gran parte de mi labor a la formación de docentes de nivel medio superior y superior, en temas de planeación educativa, constructivismo y cognición, evaluación educativa y diseño de reactivos, metodologías activas y Aprendizaje Servicio. De 2018 a la fecha soy académico de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; en un inicio, formé parte del Programa de Desarrollo Curricular y actualmente soy el Coordinador del Programa de Desarrollo e Innovación Docente, de la Dirección de Innovación Educativa. Además, imparto docencia en las asignaturas del eje de prácticas de la Licenciatura en Pedagogía en la misma universidad.

Entre mis publicaciones están: Compendio de Buenas prácticas de operación curricular de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. (2019); Capítulo: El Aprendizaje – Servicio como una herramienta metodológica para la pedagogía freireana. (2021). Libro: Actores pedagógicos y el empoderamiento social: un análisis de las prácticas pedagógicas freireanas. Universidad Iberoamericana; Sistematización de las buenas prácticas de operación curricular, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Coautoría.(2021). Realizado para el compendio Best Practices of Higher Education de la IAJU/International Association of Jesuit Universitieshttps://kirchernetwork.org/wp-content/uploads/2021/04/Best-practices-Magazine-1.pdf; Docentes lgbtiq+, una reflexión desde la experiencia y la pedagogía queer. Coautoría. Revista DIDAC 81(enero-junio 2023): 50-59 https://doi.org/10.48102/didac.2023..81_ENE-JUN.121; y, Capítulo: Aprendizaje Servicio en la Nueva Escuela Mexicana. (2023). Libro: Estrategias docentes en diálogo:alternativas para una educación del siglo XXI. McGraw Hill.

 
 

Travesía de una politóloga: Mencuentro con la educación y la docencia

Tengo casi un cuarto de siglo estudiando temas educativos. Mi arribo al apasionante mundo de la educación fue en el año 2000, cuando comencé mis estudios de doctorado, en la Universidad de York, en Inglaterra. Por aquellos años y desde entonces me interesaba mucho entender cómo funcionaban los programas sociales que implementaban los gobiernos y cómo, a partir de la política pública se podían diseñar soluciones que ayudaran a resolver los múltiples problemas que enfrentaba nuestro país, particularmente la pobreza y a enorme desigualdad social que era y sigue palpable a lo largo y ancho de México.

En mi casa siempre se habló de política; el estudio estaba repleto de libros de economía y política, y mis papás leían los periódicos todos los días. Cuando llegó la hora de decidir qué estudiar no me costó mucho trabajo elegir. En quinto de prepa supe que quería estudiar ciencia política. Aprendí un poco de historia, de teoría política y filosofía, de economía, política comparada, estadística, matemáticas, opinión pública y de políticas públicas. De esta última disciplina, llevé tres materias (dos del programa de estudios y una optativa). Mi cabeza se voló con mi profe Molinet. Un año después hice una maestría en políticas públicas, y mi tesis me fue llevando al tema educativo, pues elegí estudiar el programa Oportunidades, que finalmente me acercó, ya en el doctorado, al estudio de las becas como un factor que facilitaba procesos de agencia y empoderamiento entre las adolescentes del medio rural que accedían a ellas.

Al terminar mis estudios de doctorado inició otro periodo de mucho aprendizaje en mi vida, ya más desde el ámbito laboral, para vivir de cerca la evaluación de la política educativa, de la mano de mi mentora Tere Bracho.

Tuve la oportunidad de participar en la evaluación de programas como Escuelas de Calidad, o el Programa Cero Rezago Educativo (un programa para abatir el rezago educativo de adultos que llevaba el Instituto Nacional de Educación de Adultos). Y de ahí comencé una carrera más independiente, coordinando varios proyectos de evaluación, como la Evaluación con enfoque de género del Programa Estancias Infantiles para Madres Trabajadoras, en la que participaron varios colegas, hoy amigos muy queridos. En esos años trabajé para la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (la CEPAL), con Humberto Soto, y participé en un estudio para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la mano de Bob Myers.

Mi vida profesional ha sido un mosaico de experiencias. No solo he sido consultora y evaluadora de políticas educativas (también he trabajado el tema de género) con organismos internacionales, gobierno y sociedad civil organizada, sino que he sido tutora y docente en muchos espacios educativos. En gobierno, además, coordiné un equipo fantástico, como directora general de Directrices de política educativa en el hoy extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Hace siete años decidí hacer un giro en mi vida de 180 grados. Me vine como académica de tiempo completo a la Universidad Iberoamericana. Desde este espacio sigo haciendo mis análisis de política educativa y vinculo mi docencia con los temas que investigo. Como cuando era estudiante (de maestría y doctorado, que era becaria) me hace profundamente feliz estudiar y dar clases, y que “encima me paguen”. Además, desde el 2019 eché a andar un observatorio de políticas educativas que se llama “Faro Educativo”. Mi equipo lo  conforman estudiantes de la Ibero que realizan su servicio social. Actualmente también coordino la Maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación que ofrece el Departamento de Educación.

Sin duda, lo que más disfruto en la Ibero es dar clases. En la licenciatura en pedagogía imparto las clases de “Sistemas de información para la educación” -que bien podría llamarse “Sistema educativo mexicano, con estadísticas”-, “Política educativa” y algunas optativas como “Diseño de política educativa” o “Sistemas educativos exitosos”; en la Maestría en políticas públicas, “Política y políticas públicas” y “Análisis de políticas públicas”. También he impartido clases en la licenciatura en Ciencia política, como “Evaluación de programas” y en el Doctorado de estudios críticos de género.

Pienso que a partir de mi docencia puedo compartir un poquito de mi experiencia laboral y de investigación, y contribuir con un granito de arena a encender la chispa de curiosidad e interés por la política y la educación en mis estudiantes. Intento actualizarme siempre. Como mi mamá y mi papá, busco estar al día, leer diario, escuchar noticias, tener distintos puntos de vista, estar informada.

Estoy cierto que, para poder transformar el mundo y tener una postura crítica, hay que informarnos. Hoy las redes sociales nos acercan, pero también nos desinforman. La democracia en nuestro país nos necesita. Necesita a nuestrxs jóvenes. Las y los necesita apasionadxs, comprometidxs, informadxs.