I . INTRODUCCIÓN
En 2015, un video de una tortuga marina con un popote dentro de su nariz se volvió viral en Internet, no sólo por el contenido morboso que mostraba, sino también por el impacto que tuvo en las prácticas sustentables nacionales en su conjunto. RECOLECTANDO MÁS DE 41 MILLONES DE VISITAS al momento de escribir este artículo, el video alienta a los usuarios a dejar de usar popotes de plástico, ya que los resultados que causa en el medio marino son extremadamente catastróficos.
Como consecuencia, este video desató una avalancha de propaganda contra el uso de popotes de plástico en todo el mundo. Dentro de México, muchos restaurantes comenzaron a no regalar popotes con sus bebidas, dentro de redes sociales se hicieron muchos posts en contra de popotes (los cuales se pueden mostrar en las siguientes imágenes) y miles de pequeñas empresas comenzaron a ofrecer popotes de papel o metal como nuevas alternativas (Veracidad Channel, 2018). En 2018 se prohibieron los popotes en los estados de Querétaro, Baja California y Veracruz (Cahun, 2018) y para el 2021 también se hizo en la Ciudad de México, en conjunto con la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México que entró en vigor en 2020 y recién ahora ingresa a su segunda etapa (SEDEMA, 2021).
Imágenes a favor de la prohibición de popotes en México
imagen 1: “Sin popote está bien”
Imágenes obtenidas de: Imagen 1: SEMARNAT. (2018). SIN POPOTE está bien. SEMARNAT, Gobierno de México. [ video ]. Recuperado de https://bit.ly/3iBPPlb
imagen 2: “Sin popote por favor”
Imágenes obtenidas de: Imagen 2: Veracidad Channel. (2018). Sin popote está bien – Veracidad News. Veracidad Channel. Recuperado de https://bit.ly/3gxZMxt
Sin embargo, una de las críticas que se pueden ofrecer a estas prácticas que a primera vista parecen “sustentables”, es que la prohibición de los popotes es sólo un pequeño paso hacia la solución de un problema mucho más extenso. Incluso si se ha detenido el uso de popotes de plástico en México, todavía hay muchos otros productos como las bolsas de plástico y la espuma de poliestireno que contaminan más que los popotes. Esto, a su vez, muestra que existe una inconsistencia en las decisiones sustentables que se están realizando con estas nuevas políticas y las acciones que se están tomando para implementarlas.
Un ejemplo práctico de esto se puede ver en las acciones tomadas por Starbucks para convertirse en una empresa “más verde”. Después de que las campañas que promovían la prohibición de popotes de plástico comenzarán en 2018, empresas como Starbucks decidieron unirse también. Al deshacerse de sus popotes, introdujeron tapas de plástico sin popote en cada una de sus bebidas. Sin embargo, muchos investigadores encontraron que estas nuevas tapas usaban más plástico que las tapas anteriores que tenían los popotes (Mahdawi, 2018). Esto hizo que su “estrategia verde” fuera totalmente improductiva, ya que empeoró la cuestión que quería mejorar. Starbucks al final acabó usando más plástico sólo porque estaba “de moda”, haciendo que su priorización de acciones sustentables estuviera completamente trastornada.
Esta última afirmación encaja perfectamente con el objetivo general de esta investigación, que es preguntarse por qué las personas priorizan el conocimiento de la forma en que lo hacen, de modo que se perciba una enajenación en sus acciones. ¿Cómo influye el conocimiento compartido (y especialmente el creado por la tecnología y la globalización) en las decisiones personales? ¿qué hace que el conocimiento sea valioso y cómo se puede determinar su valor? ¿cómo impactan la razón y la emoción en las tomas de decisiones?
Estas y muchas otras preguntas tratarán de ser respondidas a lo largo de este ensayo, utilizando evidencias que apoyen o refuten múltiples argumentos. Tomando esta metodología en cuenta, se intentará llegar a una conclusión sobre cómo se ha transformado la priorización del conocimiento en los últimos años.
II. EL CONOCIMIENTO COMPARTIDO IMPACTA LAS DECISIONES PERSONALES POSITIVAMENTE
Es seguro decir que las prioridades de muchas personas están influenciadas por las de los demás. Cuando varios grupos de personas comienzan a hablar sobre un tema en específico, otros tienden a valorarlo más que antes. Hace cientos de años, los conocimientos que las personas priorizaban dependían en gran medida de lo que decían sus allegados, viniendo en forma de familiares y amigos cercanos. Sin embargo, ahora que las redes sociales y la globalización emergen a un ritmo nunca antes visto, la mayoría de las personas priorizan el conocimiento en función de lo que grandes grupos de personas alrededor del mundo dicen al respecto.
Esta afirmación se puede observar dentro de lo que se conoce como la Cultura de la Reseña, o mejor conocida por cómo se escribe en inglés, “Review Culture”. La Cultura de la Reseña básicamente explica cómo las personas del siglo XXI basan sus decisiones en lo que otras personas han dicho en línea; todo esto hecho en forma de “reseñas”. Las sociedades actuales priorizan en gran medida sus decisiones en función de las que han tomado otras personas (Marketing Solutions, 2018). Ya sean libros, restaurantes, películas o servicios, la gente empieza a dejar comentarios (tanto positivos como negativos) sobre innumerables productos.
Un estudio realizado por el sitio Brightpearl afirma que el 84% de los compradores leen reseñas en línea antes de realizar una compra y el 46% verifica las calificaciones de estrellas (o sistemas de calificación similares) antes de comprometerse a hacerlo (O’Carroll, 2019). Con la esperanza de que la gente compre ciertos productos, o como advertencia para que no lo hagan, esto demuestra el poder que tiene la Cultura de la Reseña en el mundo actual. Justo como lo menciona O’Carroll (2019): “en el panorama moderno de hoy, todos somos influencers”.
No obstante, dado que el conocimiento compartido impacta positivamente en las decisiones personales, haciendo que algunos encuentren su camino hacia productos y servicios increíbles, la Cultura de la Reseña y otras prácticas similares pueden afectar las prioridades de las personas de maneras negativas. Cuando las personas priorizan negativamente, es decir, que no comprarían un producto ni irían a un lugar determinado por el hecho de que tuvieron una mala experiencia, otras personas también lo harán. Un estudio realizado por Brightlocal indicó que una sola reseña negativa en una empresa puede alejar aproximadamente el 22% de los clientes, y tres reseñas negativas pueden alejar hasta el 59% (Marchant, 2019). Las calificaciones bajas y las críticas negativas hacen que las personas cambien su forma de pensar, de manera inconsciente y casi automática.
Un ejemplo que apoya este argumento se puede ver en cómo la autora Amélie Wen Zhao enfrentó múltiples obstáculos debido a comentarios negativos al publicar su primer libro. En enero de 2019, Zhao, autora de la novela de fantasía juvenil “Blood Heir”, recibió muchas acusaciones contra su publicación. Muchos influencers en Twitter que habían conseguido una copia avanzada del libro acusaron a Zhao de insensibilidad racial, plagio, anti-negritud, entre muchas otras afirmaciones. Las críticas que se hicieron en dichas redes sociales fueron tan negativas que la autora tuvo que posponer el lanzamiento de su libro hasta noviembre de 2019. Cuando la novela finalmente se publicó, muchas personas que no la habían leído se sorprendieron de que el libro no tenía nada de lo que decían estas críticas negativas (Hoggatt, 2019). Aunque Zhao se apresuró a disculparse y afirmar que no estaba de acuerdo con lo que decían estos críticos, las reseñas que dejaron al final hicieron que muchas personas no leyeran o compraran el libro. Esto viene a demostrar cómo los comentarios negativos hacen que las personas desprioricen diferentes cosas.
Después de haber presentado dicha información, se puede concluir que las personas llegarán a ciertos extremos y realizarán diversas acciones simplemente porque otras lo hicieron antes que ellos. Al ser seres sociales, las personas dependen de la mirada del otro para funcionar como una sociedad. Por eso frases como “si tus amigos saltaran de un puente, ¿lo harías tú?” se utilizan constantemente, ya que lo que algunas personas priorizan, como consecuencia otras también lo harán. Por lo tanto, esto demuestra que las opiniones de las personas, y especialmente las que se emiten durante el siglo XXI, influyen en los que están cerca o incluso lejos de ellas.
Nuevo envase sin popote de Starbucks: Starbucks. (2018). Starbucks to Eliminate Plastic Straws Globally by 2020. Starbucks. Recuperado de https://bit.ly/3ul5nNS.
III. EL CONOCIMIENTO COMPARTIDO DETERMINA LAS PRIORIDADES PERSONALES DE LAS SOCIEDADES ACTUALES
Lo que la gente ve, escucha y lee en los medios determina el conocimiento compartido que se genera y, por lo tanto, lo que se considera significativo o relevante. En un mundo tan globalizado como el actual, las redes sociales, las noticias y la televisión son las que generan conocimiento compartido que puede incidir en la priorización de decisiones colectivas, y sobre todo personales. Antes, el conocimiento compartido se obtenía al tener una conversación en un mercado, durante un seminario o leyendo un libro. Sin embargo, hoy en día las personas llevan más información de la que podrían imaginar dentro de sus propios bolsillos. Por lo tanto, lo que determina el conocimiento compartido es la información que se convierte en tendencia, y los medios juegan un papel muy importante a la hora de decidir qué es.
Esto mismo se puede observar en la cobertura mediática que ocurrió tanto por el incendio de Notre Dame, como por los continuos incendios que se estaban produciendo en la selva amazónica. Como se sabe, el 15 de abril de 2019 se produjo un incendio en el techo de la catedral de Notre Dame en París, Francia. La noticia se difundió por los medios en cuestión de segundos. No importa qué red social haya abierto la gente, se podían encontrar fotos, noticias y actualizaciones sobre el evento. En particular, la cobertura de noticias por televisión fue imparable, con más de 100 segmentos de noticias siguiendo los eventos, incluidos Fox News, CNN y BBC. Como resultado, a pocos días del incendio, una comunidad global se comprometió a donar más de 700 millones de euros para la causa (Cuddy & Boelpaep, 2019).
Esta situación no sólo mostró cómo la cobertura de los medios generó un conocimiento compartido de lo que estaba sucediendo en Francia, sino que también logró que muchas personas donaran como resultado. La noticia cambió las tomas de decisiones de muchas personas, priorizando de alguna manera la donación a esta causa por encima de cualquier otro problema social.
Por otro lado, los incendios en la selva amazónica ocurridos durante 2019 no tuvieron ni el más mínimo nivel de cobertura en las noticias, a pesar de los efectos que los incendios forestales tuvieron en el medio ambiente global. Incluso si es natural que el Amazonas se queme durante algunas temporadas, los informes mostraron que la temporada de incendios de 2019 fue un 84% más alta que la de 2018. Estos incendios provocaron un incremento de monóxido de carbono y CO2, lo que continuó aumentando las emisiones que afectan el calentamiento global (BBC News, 2019). Sin embargo, aunque a mayor escala estos hechos son más preocupantes e importantes, los medios de comunicación no cubrieron la noticia tanto como lo hicieron por el incendio de Notre Dame y por lo tanto las donaciones fueron significativamente menores (Power, 2019). A continuación se pueden observar dos gráficas que detallan esta información.
GRÁFICAS DETALLANDO LA COBERTURA DE NOTICIAS DEL INCENDIO DE NOTRE DAME Y LOS INCENDIOS DE LA SELVA AMAZÓNICA
GRÁFICA 1:
Cobertura de noticias por cable del incendio de Notre Dame y los incendios de la selva amazónica.
GRÁFICA 2:
Cobertura de noticias por cable entre semana sobre el incendio de Notre Dame y los incendios de la selva amazónica.
Como se puede ver en estas gráficas, y como también se mencionó continuamente a lo largo de esta sección, los medios de comunicación actuales tienen demasiado poder sobre lo que la gente priorizará. Si no existe mucha cobertura en los medios acerca de un evento, entonces llegará a menos gente, y si menos gente lo ve, se tomarán menos acciones inmediatas, tal como se vio con los incendios del Amazonas. Por el contrario, si hay más cobertura mediática y la noticia llega a más personas, como consecuencia se tomarán acciones con mayor intensidad, tal y como se vio con el incidente de Notre Dame. A pesar de que los incendios en Brasil necesitaban más apoyo de las masas, la priorización dentro de las mentes de la gente fue directamente a la noticia de Notre Dame, ya que había más noticieros cubriendo la historia.
Esto demuestra que el conocimiento compartido, y especialmente el que proviene de las redes sociales, determina las prioridades personales de las sociedades actuales. En un mundo tan conectado y globalizado como el de hoy, es mucho más fácil difundir el conocimieto a diferentes lugares y ahora más que nunca la gente está más informada sobre los acontecimientos recientes. Esto, como consecuencia, hace que afecte la forma en que las personas priorizan y luego actúan sobre una situación en particular a largo plazo, ya sea positiva o negativamente.
Collage de fotos (incendio Notre Dame y Amazonas): Elaboración propia de
1) Wu, J. et al. (2019). An Icon in flames. NBC News. Recuperado de https://nbcnews.to/3un5xoi y
2) Ueslei, M. (2020). A firefighter attempts to control a blaze in a tract of the Amazon
jungle in Apui, Amazonas state. Reuters. Recuperado de https://bit.ly/3ieaR8D.
IV. CONCLUSIÓN
En conclusión, el conocimiento compartido puede afectar la forma en que las personas priorizan sus decisiones de múltiples maneras.
Se puede observar haciendo cosas positivas, ya que como se mostró con el ejemplo de la Cultura de la Reseña, las personas a menudo basan sus acciones en lo que dice un crítico en lugar de utilizar su propio conocimiento personal. Sin embargo, en otras situaciones, el conocimiento compartido puede tener un impacto negativo en la forma en que las personas priorizan un pensamiento, lo cual se puede ver en cómo un solo comentario negativo puede destruir un producto o servicio. Asimismo, lo que muchos ven y escuchan en los medios determina en cierta medida el conocimiento compartido que se transmite y, por lo tanto, sobre cómo deciden actuar personalmente, tal y como se logró observar con el caso de los incendios de Notre Dame y el Amazonas.
Como se explicó al inicio del documento, en 2015 se viralizó un video de una tortuga con un popote en la nariz. Al ser fácil de encontrar en muchas redes sociales, esto provocó que la difusión de la noticia generara conocimiento compartido. En este ejemplo, dicho conocimiento tuvo un impacto positivo en la forma en que la sociedad priorizó sus decisiones, ya que alentó a las personas a hacer un cambio en sus acciones, como se ve en la cantidad de tipos de propaganda que comenzaron a surgir en muchas partes del mundo. Sin embargo, este movimiento anti-popotes ganó tanta tracción que muchas otras prácticas sostenibles parecían simplemente pasar a un segundo plano. En este ejemplo, la gente pareció priorizar lo que estaba “de moda” y no pudo ver el problema más grande, que es cómo el consumo excesivo y el desperdicio de basura están matando al planeta.
En el caso del video de la tortuga marina, el conocimiento compartido determinó las prioridades personales de la sociedad actual. Sin embargo, ¿por qué si hay muchos videos y medios que abordan básicamente todos los demás temas, la sociedad no ha cambiado sus prioridades hacia ellos? ¿Es el hecho de que en la escena actual la gente está tan saturada de conocimiento compartido que ya no afecta sus decisiones personales? ¿Qué hizo que el video de la tortuga o incluso de Notre Dame fueran tan especiales? ¿Fueron la suerte, la fe o la emoción los catalizadores para que la gente actuara? Son muchas las preguntas que podrían responderse, ya que la investigación sobre la epistemología del ser humano en el siglo XXI es prácticamente interminable.
Referencias
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